De acuerdo con la normativa vigente, dentro del estado de alarma establecido por el Gobierno, el obispo, Leonardo Lemos, fija los criterios pastorales para la celebración de la Semana Santa en la diócesis de Ourense. Comunica a los sacerdotes que pueden celebrar los cultos de Semana Santa "sin presencia de pueblo, en un lugar adecuado". Leonardo Lemos presidirá las celebraciones del Triduo Pascual en la Catedral. Los sacerdotes mayores y con patologías graves, "seguirán desde su lugar de residencia los cultos a través de los medios de comunicación y rezarán con fervor la Liturgia de las Horas". Los demás sacerdotes, "respetando las normas vigentes, procuren celebrar en el templo más cercano a su lugar de residencia".

El obispo establece para el Domingo de Ramos que, en las parroquias de la diócesis, después de avisar al pueblo, "clarificando que no es convocatoria para el culto, donde sea posible," a las 11.55 horas, "háganse sonar las campanas de los templos indicando el inicio de la Semana Santa". A las 12 horas, "todos los sacerdotes que puedan, celebrarán la Eucaristía en la parroquia más cercana a su residencia, invitando al pueblo a unirse desde sus hogares a través de la retransmisión de los medios de comunicación". Y establece que para la celebración, "sígase la tercera fórmula prevista en el Misal Romano para este día (Congregación para el Culto Divino, prot. 154/20)".

La Misa Crismal "se pospone hasta nuevo aviso", destaca el obispo, además de indicar que "el Santo Crisma y los Óleos, en caso de necesidad, sigan usándose los del año anterior".

El Jueves Santo se celebra la Misa de la Cena del Señor, jornada en la que de forma excepcional los presbíteros pueden celebrar la misa, sin la presencia del pueblo, en lugar adecuado. "Se omite el lavatorio de pies y al final de la Misa, el Santísimo Sacramento se reserva en el Sagrario, sin monumento".

El Viernes Santo, durante la Celebración de la Pasión del Señor, habrá una mención a los fallecidos y enfermos a causa del coronavirus.