El pleno ordinario que tuvo lugar ayer en el Concello de Ourense tuvo un total de cuatro desalojados de la bancada del público por la muestra de carteles. Primero fue el alcalde de Ourense, Pérez Jácome, el que mandó retirar los carteles de "Respeto" a los agentes, que rápidamente los quitaron. Todos no, quedaron dos. El regidor mandó que desalojaran a dos de ellos, por parte de dos agentes de su mismo cuerpo. Ni el secretario ni el alcalde certificaron que esa práctica estaba prohibida, sino que fue el regidor el que por una advertencia de un mando policial en servicio decidió tomar esa postura.

Después de ellos, dos personas se sentaron exhibiendo dos carteles en contra de la emigración aludiendo que "Non emigramos, expúlsannos". Esta vez, en ausencia del regidor, fue Pumar Tesouro, el que mandó retirar los carteles y ante la advertencia y el caso omiso de los mismos, decidió que la Local desalojara a las dos personas. Mientras eran desalojados, profirieron gritos contra el trabajo precario y las políticas económicas para defender "el trabajo digno y el trabajo en la tierra".