La mercantil Auriensis Selectum S.L., que comercializa sus productos bajo la marca "Souto da Trabe" con sede en la localidad de A Trabe en el Concello de Vilardevós, ve amenazada su continuidad y frenada su expansión por un proceso de concertación parcelaria, tanto por la merma de las fincas y castañares que le entregan, como por el estado sanitario de los castaños de reemplazo, y a mayores queda con nula posibilidad de ampliar la base territorial alrededor de las fincas de reemplazo.

Tuteadas por el primer programa de apoyo al emprendimiento agro alimentario de la Fundación Juana de Vega y tras años estudiando y trabajando fuera "decidimos regresar y poner en valor los castañar y el aprovechamiento al máximo de los recursos que nos ofrecen y que heredamos de nuestros padres y abuelos, y así apostamos por la agricultura ecológica", apuntan María Jesús y Raquel Barreira Martínez, socias cofundadoras. Destacan que "todos nuestros castaños están amparados por el Consello Regulador da Agricultura Ecológica de Galicia", y "todos nuestros productos elaboradas con nuestras castañas y boletus recogidos en los mismos soutos".

La filosofía de su empresa es trabajar única y exclusivamente con su producción ecológica de castañas, boletus e higos, para asegurar la calidad de la materia prima, para lo que "llevamos la trazabilidad del producto desde que lo recogemos hasta la elaboración final en nuestro taller artesanal, con esta iniciativa innovadora, pues es la única empresa asentada en el concello que transforma la castaña y los boletus". Y una de las ideas principales es fijar población en rural, crear riqueza, y evitar el abandono de las tierras.

Pero ahora estas fincas están afectados por la reestructuración parcelaria de San Bartolomé de Berrande a la que "aportamos un elevado número de castaños en ecológicos en plena producción, micorrizados y en excelente estado sanitario y morfológico, y a cambio recibimos castaños convencionales en menor número, en mal estado la inmensa mayoría, con síntomas de enfermedad, con pésima formación". Y los excelentes árboles que pierden pasan a situarse en parcelas de otros propietarios, mientras que "nosotras recibimos menos unidades y de escaso o nulo valor productivo, y también aportamos más base territorial a esta concentración de la que nos asignan, ni siquiera tienen en cuenta la producción en ecológico de la que se abastece nuestra empresa". Destacan por ejemplo la aportación sin compensación de un ejemplar con una producción superior a los 500 kilos, por temporada. Esta parcelaria les imposibilita ampliar base territorial, por lo que "se contradice el fin de la concentración y lo que se persigue desde la Consellería con la nueva ley de movilidad de tierras".

Este proyecto contó con ayuda de la Xunta y Fondos Europeos y ahora está abocado al abandono siendo "nuestro modo de vida". Barreira dice que presentaron alegaciones vía administrativa, lo plantearon ante Medio Rural, y otras instancias, sin respuesta, y "nos sentimos sin capacidad de poder defendernos" pero "agotaremos todas las posibles vías legales, incluso la judicial" lamentando que la Administración no las apoye.