Galicia está en declive demográfico aquí, pero late por medio mundo. En el extranjero viven 516.489 gallegos, 154.312 de nacimiento. La emigración es una cuestión de estado en un país en el que algunos municipios tienen más vecinos residiendo en otro país. Son diez en la provincia de Ourense, cuna de emigrantes. Como Bande, con 1.442 habitantes y 2.225 asentados en otra nación. La mujer que asume la secretaría de Emigración del PP en la nueva ejecutiva nacional de Pablo Casado es hija de emigrante. Ana Vázquez Blanco (1975), exalcaldesa de Bande y diputada en el Congreso, se suma al equipo del flamante líder del partido desde la única provincia gallega en la que los militantes se decantaron por su rival, Soraya Sáenz. "Para nada me distancia de Baltar; nos dijo que teníamos libertad y que votásemos a quien quisiéramos", recalca. La entrevista se hizo por teléfono. Ana Vázquez tenía pleno ayer en la Cámara Baja sobre el techo de gasto.

- Tras conocerse su nombramiento, dijo en Twitter que espera "estar a la altura de la responsabilidad: los españoles por el mundo a los que tanto debemos".

- Estoy muy agradecida al presidente y mi predisposición a trabajar es absoluta. La emigración siempre ha tenido un papel clave en Galicia. Es la primera vez que una persona de nuestra comunidad asume esta secretaría de área. Nos coloca en una posición relevante como tierra de emigrantes que somos; la comunidad con más españoles en el exterior. Yo soy de Bande, uno de los municipios que tienen más residentes en el exterior que viviendo aquí. Mi padre estuvo en Venezuela y sé lo que es la emigración. Cuando me nombraron fue lo primero que se me vino a la cabeza.

- ¿Cuándo supo que sería la secretaria de Emigración del PP?

- Ayer por la mañana [por el jueves], Pablo Casado me llamó y me dijo que iba a estar en el equipo. En el congreso me avisó a las doce de la noche del día anterior de que estaría en su lista.

- El PP de Ourense apoyaba en su mayoría a Soraya Sáenz. ¿Supone su entrada en el equipo de Casado un distanciamento de Baltar?

- Para nada. Manuel Baltar nos dijo que teníamos libertad y que votásemos a quien quisiéramos. En toda Galicia hubo esa misma libertad, y de hecho el propio presidente Feijóo no se pronunció ni dijo a quién había apoyado. En mi caso era conocido que iba a respaldar a Pablo Casado. Prevaleció la amistad que tengo con él desde que lo conocí en 2003. Nuestra relación es magnífica desde que coincidimos en Nuevas Generaciones, él como presidente en Madrid y yo en Ourense [entre 1998 y 2008]. En cualquier caso, lo que importa es trabajar todos juntos porque en el PP todos somos necesarios. Se está haciendo una integración progresiva del equipo de Soraya. Ayer [por el jueves] entraron 11 personas de su lista. Todos somos imprescindibles, nos necesitamos. Desde el minuto 1, recién conocida la elección en el congreso, el presidente pidió que nadie preguntara a nadie a quién había votado. Toca trabajar y ya nos ha puesto deberes para arrancar esta etapa con entusiasmo.

- ¿Y qué tareas le ha encomendado, y se marca usted misma?

- Tenemos muchos españoles en el mundo. Por un lado, debemos afrontar el descontento con el voto rogado y buscar acuerdos con otros grupos para reformarlo. Además, desde que se conoció mi nombramiento he recibido ya un montón de mensajes y correos electrónicos de emigrantes en Venezuela. El problema de nuestra colectividad en ese país debe estar en la agenda. En 2017, España recibió el doble de peticiones de asilo de Venezuela que de Siria [10.350 solicitudes frente a 4.225]. El año pasado retornaron más de 7.000 y, en lo que va de año, más de 4.300.

Otro objetivo es dinamizar el Partido Popular en el exterior. Haremos una convención en octubre para que sirva de punto de encuentro con las personas que trabajan por el partido en la emigración. Voy a contar mucho con el secretario xeral de Emigración de la Xunta, Antonio Rodríguez Miranda, un magnífico conocedor del tema. En los próximos días empezaremos a crear una agenda de trabajo.

- Emigrar redujo la población durante décadas y separó familias. Hoy el fenómeno es distinto pero las salidas siguen [solo en Ourense, 18.811 vecinos se fueron a vivir al extranjero entre 2002 y 2016]

- El hecho de marcharse de la tierra también supuso en muchos casos que los que se quedaban pudieran sobrevivir en Galicia, gracias al dinero que se enviaba a las familias. Mucho de lo que tenemos en Galicia se lo debemos a ellos. Baltar siempre dice una frase que me gusta: Ourense es una provincia trabajadora, creadora y emigrante. Es el lema con el que debemos trabajar. Tenemos una emigración muy fuerte, de empresarios, trabajadores y gente sencilla, a la que debemos mucho. Son españoles que tenemos que defender. Ayer recibí mensajes de personas de Argentina, Francia, Uruguay, Estados Unidos..., gente que sigue con atención las noticas de aquí. [Enlaza con una historia personal] Mi padre emigró a Venezuela y un vecino fue a Uruguay. Un día llegué a un mitin a Montevideo con Ana Pastor y ese señor, que no había vuelto a ver a mi padre, se dio cuenta de que yo tenía que ser su hija. Los puse en contacto. También eso nos deja la emigración.

- ¿Será Casado un líder del PP para largo, o depende de lo que depare el caso de su máster?

- Ese tema ya está más que aclarado y él ha dado todas las explicaciones. Lo veo como presidente durante muchos años.

- ¿Su cercanía le abrirá puestos de cabeza de lista?

- En este momento se ha formado una ejecutiva para reforzar el PP y trabajar desde la oposición. Me dejaré la piel por el partido, Ourense, Galicia y España, sin más aspiraciones. En el Congreso ya soy portavoz de la comisión de Seguridad Ciudadana, y de la de Modelo Policial para el siglo XXI, además de vocal en la de Interior y en la de Infancia.

- Algunas de sus manifestaciones en redes sociales levantaron polvareda a escala nacional. ¿Se arrepiente de algún tuit?

- Soy de esas personas que defiende las cosas con vehemencia y quizá algunas veces me extralimité en algún comentario. Lo hice, en cualquier caso, con la pasión que pongo en política. Tal vez me muerda más la lengua, pero nunca cuando haya que defender al Partido Popular, a Ourense, a Galicia y a España.