El rural es "muy vulnerable". Así lo siente el alcalde de Muíños, Plácido Álvarez, que lamenta como cada vez más es objeto de todo tipo de robos y hurtos. En el caso concreto de su municipio, señala que desde hace tiempo desaparecen rejillas de las carreteras, de arquetas de desagüe, llaves de las pozas de regadíos, y todo aquello que pueda representar alguna ganancia económica para los que se dedican a la chatarra.

Siempre se han registrado hurtos de este tipo de materiales en Muíños, pero apunta el alcalde que "últimamente más". Por ejemplo, en el pueblo de Xermeade lo más reciente fue la sustracción de las llaves de tres pozas de regadío, posiblemente por su contenido en cobre.

Critica estos hechos ya no tanto por el valor de las cosas sino por los grandes destrozos que provocan, y "no lo denuncio porque es perder el tiempo". Considera que cuando la Guardia Civil ve circular camionetas llenas de chatarra debería revisarlas a fondo y preguntar sobre la procedencia del material que transportan.

Comenta que antes en Muíños había vertederos incontrolados y "allí buscaban lo que tiraba la gente" pero como éstos se erradicaron y ahora todo va al punto limpio, entonces ya no respetan y optan por sustraer el material de dónde sea. Y controlar estos hechos "es muy difícil", y "como se saben el código penal mejor que yo", al tratarse de un hurto, por el valor de lo sustraído, se sienten impunes.