José Manuel Baltar deslizó en una televisión local que no dejará la presidencia de la Diputación si le abren juicio oral por presunto acoso sexual, tráfico de influencias o cohecho. Investigado por ofrecer presuntamente un empleo a una mujer a cambio de sexo, el líder del PP ourensano mantiene su inocencia, se queja de un uso político de la denuncia y atribuye lo sucedido a una cuestión personal. El grupo provincial del PSOE ya ha advertido al presidente que le exigirá la dimisión si le abren juicio oral. El código ético del PP fija ese momento procesal como la hora de pedir -o perder- la militancia. ¿Seguirá Baltar los pasos de los alcaldes de Xinzo, A Merca o Vilariño, llegado ese punto?