Que las humedades del templo de Santa Comba de Bande tengan los días contados, después de la adjudicación de las obras por parte de la Consellería de Cultura, es una noticia muy aplaudida por los vecinos y por el Grupo de Acción Ecologista Outeiro que en septiembre de 2014 presentó una denuncia ante el Seprona de la Guardia Civil, dando lugar a que autoridades de Patrimonio visitaran el lugar en dos ocasiones, constatando el deterioro del templo en general y plantearan la necesidad urgente de reparar el tejado y eliminar las humedades, que deterioraba las pinturas datadas en el siglo XVI. Y a la espera del inicio de las obras, ha tenido que arreglarse de urgencia el cuadro eléctrico sobre el que se había filtrado agua de las lluvias de la semana pasada.

Para Outeiro es obligación legal y moral arreglar este templo por ser patrimonio de todos y una joya única. Su portavoz, y miembro del Centro de Estudios Chamoso Lamas de O Carballiño, Juanjo Álvarez, manifiesta su satisfacción ya que " Santa Comba de Bande se merece una actuación de urgencia, no podemos esperar 2 años desde que los técnicos de la Xunta certificaron las humedades y aún no han comenzado las obras. Está en pié gracias a los vecinos, en especial a la generosidad de María Isabel Alonso, quien atiende las visitas por cariño al templo y todo lo que significa. El caso del abandono de este templo único, que es Monumento Nacional, Bien de interés Cultural, muestra el abandono del patrimonio cultural de Galicia.".

Apunta que esta iglesia es probablemente el edificio visigótico (Siglo VII) más completo de Galicia y uno de los mejores ejemplos de arquitectura hispanovisigoda de la Península Ibérica.

Los vecinos de Santa Comba de Bande muestran también su gran satisfacción, especialmente María Isabel Alonso, la vecina que ha cuidado y mima el viejo templo desde hace 17 años, cuando tomó la llave y atiende las visitas de forma gratuita, ya que "es un templo tan importante y tan bonito, que me da pena que la gente no lo conozca, por eso sacrifico mi tiempo, lo llevo haciendo durante años, este templo tenía que ser motivo de orgullo para el propio ayuntamiento de Bande y de toda Galicia."

Asegura que todos los días recibe visitas, y en otoño y primavera es cuando más afluencia tiene. Si ella no asumiera esta tarea el templo posiblemente no podría ser visitado, ya que en el pueblo no hay voluntarios, "no se paga por ello" y apenas hay gente joven siendo la mayoría personas mayores.