No sin dificultades, por sus problemas de audición y la necesidad de un intérprete, el responsable de un crimen machista ocurrido en Verín en 2013 confesó ayer su autoría, en el juicio. Felisberto dos Santos, un portugués de 71 años de edad, será condenado a 12 años entre rejas -lleva 2 y medio en régimen preventivo- tras el acuerdo entre Fiscalía, acusación particular y defensa.

El entendimiento previamente negociado no se materializó en una sentencia de conformidad, porque la ley lo impide ante penas superiores a 6 años. En todo caso convino la condena a imponer y redujo el juicio a una vista por la vía rápida tras el reconocimiento de los hechos por parte del acusado. Con "síes" y nada más que monosílabos, el luso admitió haber asfixiado con una almohada a su mujer, María Fátima Machado, de 52 años, tras quebrantar una orden de alejamiento por una agresión previa con similar modus operandi. Según las evaluaciones, Felisberto dos Santo presenta signos de deterioro cognitivo senil e ideas patológicas de celos, lo que disminuye "su capacidad de conocer y de modo moderado a importante su capacidad de querer", recoge el escrito de acusación.

La Fiscalía y las acusaciones particulares -la familia y la Xunta, al tratarse de un crimen machista- renunciaron a la mayoría de declaraciones. Entre los testigos, un hijo de la víctima. Confirmó en el estrado que su madre sufría malos tratos habituales. El vástago fue el que entregó a la Guardia Civil, meses después de los hechos, una pistola del calibre 6,35 y en perfecto estado de funcionamiento. Felisberto guardaba el arma ilegal en el domicilio que había compartido con la víctima en Verín. Por este delito pagará con 1 año de cárcel, 6 meses serán por el de malos tratos en el ámbito familiar, el mismo castigo para el quebrantamiento de medida cautelar, más un total de 10 años por el delito más grave, el de asesinato con agravante de parentesco.

Tras acabar con la vida de su mujer, Felisberto ingirió sulfato -una cantidad insuficiente como para morir-, y se entregó a la Guardia Civil. En el cuartel se encontró mal, por lo que tras su confesión estuvo hospitalizado unas horas.

La primera agresión ocurrió el 12 de agosto de 2013. El portugués inició una discusión con su pareja, de etnia gitana, en el domicilio donde convivían, en Verín. Tenía celos, aunque ayer respondió no a la pregunta de si pensaba que estaba con otro. El agresor le dio un puñetazo en la cara, la empujó y la arrojó contra el sofá para situarse después encima de ella intentando ahogarla. Le apretó fuertemente con sus manos el cuello, y luego colocó un cojín de espuma sobre la cara de la mujer. La víctima logró zafarse ese día, tras morder a su agresor.

A raíz de la denuncia presentada por la agresión, el Juzgado de Instrucción Número 2 de Verín dictó un auto de alejamiento de fecha 18 de agosto de 2013, prohibiendo al acusado comunicarse con la víctima, así como acercarse a menos de 25 metros de ella. La perjudicada compareció el 22 de agosto de 2013 en el juzgado para manifestar su renuncia a las acciones que por estos hechos pudieran corresponderle. Además, la víctima solicitó que se dejara sin efecto la medida cautelar acordada, la cual no obstante seguía vigente cuando tuvo lugar el asesinato.

Ocurrió después de las 22 horas del 11 de septiembre de 2013. El individuo se presentó en el domicilio de la víctima, sito en el Barrio de San Lázaro de Verín, y tras entrar en el mismo y tener una discusión con María Fátima, la atacó. La arrojó al suelo, se colocó encima de ella, y le taponó los orificios respiratorios con una almohada o un objeto similar, presionando fuertemente su pecho contra el suelo. La agresión causó la muerte a la mujer por una asfixia mixta por la oclusión de los orificios respiratorios y una compresión torácica extrínseca; provocando definitivamente una parada cardiorrespiratoria.

La autopsia no vio violencia

El cuerpo fue descubierto a las 00,30 horas de la noche del 11 al 12 de septiembre de 2013. Horas después, la tarde de ese mismo día, Felisberto dos Santos compareció ante la Guardia Civil y se confesó autor de los hechos. En ese momento ya se había hallado el cuerpo de María Fátima pero la hipótesis que se barajaba era la de un fallecimiento por causas naturales. Las dos primeras autopsias no encontraron signos de violencia.

María Fátima Machado era madre de cuatro hijos, que reclaman las indemnizaciones que pudieran corresponderle por el fallecimiento violento de la progenitora. La Fiscalía y la acusación particular solicitan que el acusado indemnice a los descendientes con la cifra conjunta de 150.000 euros.