Ya hay jefe virtual para liderar el grupo antidroga de Ourense después de que quedara desmantelado por la operación de Asuntos Internos, con cuatro policías investigados (dos están suspendidos de funciones y otros dos, de baja laboral). El único candidato a inspector jefe de la unidad es el actual coordinador del servicio nocturno de la Policía Nacional en Ourense. A su nombramiento como nuevo líder de la brigada de estupefacientes solo le queda el trámite final.

Los mandos han querido reestructurar el equipo por la vía rápida. Hasta el viernes 4 de diciembre, todos los interesados pudieron optar a esta plaza de rango ejecutivo y a otras cuatro de la escala básica. El comisario jefe, Amable Valcárcel, convocó el proceso para renovar el grupo con miembros de la propia demarcación de Ourense, a la vista de que al proceso judicial aún le quedan meses de recorrido y que otras brigadas de investigación no pueden sobrecargarse con las investigaciones de narcotráfico.

A las cuatro plazas de policía se han presentado un total de 14 efectivos, coincidieron ayer distintas fuentes. La mayoría de los aspirantes, al igual que el probable jefe, procede de la Brigada de Seguridad Ciudadana. Los dos comisarios decidirán a quién se adjudican los cuatro puestos de agentes del grupo ateniéndose a los criterios de antigüedad, mérito y capacidad. El dictamen estará abierto a fiscalización y posibles recursos. Dicen en la Comisaría que la deliberación, que está en marcha, podría arrojar un resultado en el plazo de una semana. El nuevo grupo empezaría a operar entre finales de mes y enero.

Con rostros de dentro se relevará a un grupo que acumuló notables éxitos en incautaciones de droga, hasta que la operación de Asuntos Internos apuntó a presuntas prácticas delictivas por la relación con traficantes que daban "chivatazos" a cambio de poder operar y eliminar competencia. Una denuncia anónima captó la atención de Madrid en noviembre de 2014. Un filtrador de Comisaría puso en la pista a Asuntos Internos. Pocos meses después, otro escrito sin identidad aireó a la opinión pública la desaparición sin resolver de hasta 6 pistolas almacenadas en el búnker. Que el caso hubiera partido de un "chivatazo" de algún compañero tensó la convivencia. Hasta 13 policías tuvieron "pinchado" el teléfono al comenzar las pesquisas de la unidad secreta.

Declaración de nueve policías

La Comisaría busca la normalidad pero la causa que causó un terremoto entra en una fase importante la próxima semana. El juez tomará declaración a los dos agentes investigados que no fueron detenidos, así como a otros implicados en el caso que estalló hace casi un mes. Además están citados como testigos 7 policías de distintos grupos, incluido el secretario, número 3 en la cadena de mando. Con su versión, el juez quiere esclarecer la incógnita de las armas.