Los fines de semana y las vacaciones de verano son otros de los termómetros que tiene el comedor social de las carencias de la ciudad. "Las peticiones de menús aumentan el fin de semana o en verano, cuando cierran los comedores escolares en los colegios, y esas familias tienen que darle de comer a sus hijos. Así hay gente que lleva a casa 7 diez menús a diario y 10 el fin de semana".