El presidente de la Diputación y del PP ourensano, José Manuel Baltar, avanzó ayer que cualquier iniciativa de los grupos de la oposición para llevar al pleno provincial el debate sobre la denuncia por un presunto ofrecimiento de trabajo a cambio de sexo será frenada por el PP. El grupo que preside tiene mayoría absoluta y ya impidió el pasado viernes que este asunto se abordase en el pleno ordinario rechazando su urgencia. Cuatro días después, en un pleno extraordinario solicitado por la oposición, los 14 diputados se ausentaron propiciando que la oposición aprobase en solitario la reprobación de Baltar.

Esta actitud "seguirá siendo absolutamente la misma", anunció ayer, "lo dijimos desde el primer momento, es un tema exclusivamente personal y no se va a debatir estando presente el grupo mayoritario porque considera que no forma parte de las competencias de ningún órgano de la Diputación". Aunque la oposición ya anunció que seguirá presentado este tipo de mociones, Baltar avisa de que su grupo rechazará "siempre" debatirlas: "Es un asunto tratado y resuelto".

Respecto a su ausencia y la de todos los diputados del PP del pleno de reprobación, Baltar se remitió "íntegramente" al escrito presentado por el grupo en el que acusaba a la oposición de hacer "política basura". El presidente apuntó ayer que con esta estrategia sus rivales "se autorretratan". En todo caso se remite a las acciones legales anunciadas desde el primer día e insistió en que no hará ninguna comunicación pública sobre este asunto "tan desagradable".

Tras estas declaraciones, realizadas por la mañana en el Pazo de Vilamarín, Baltar acudió al Parlamento gallego para presentar los presupuestos de la Diputación en la Comisión de Economía. Los portavoces de todos los grupos de la oposición centraron sus intervenciones en esta polémica y pidieron su dimisión, pero tal y como había advertido, eludió estas críticas y se ciñó a presentar el proyecto económico para 2016, aprobado el pasado mes de septiembre en pleno.

Tampoco quiso responder sobre esta cuestión el presidente de la Xunta, Alberto Feijóo, que se remite a su comparecencia en el pleno del Parlamento del próximo miércoles en la que ha sido interpelado sobre este tema por todos los grupos de la oposición y tendrá que responder.

Por otro lado, el PSOE registró ayer una petición de recusación del secretario del Comité de Ética de la Diputación (con voz pero sin voto) encargado de analizar el caso denunciado. El PSOE afirma que este cargo, designado por sorteo, tiene "relación con el PP y el gobierno provincial".