El Boletín Oficial del Estado publicó ayer, coincidiendo con el viaje inaugural del tren Avant Ourense-Santiago-A Coruña, la declaración de impacto ambiental del proyecto de integración urbana y acondicionamiento de la red ferroviaria de Ourense eligiendo favorable la segunda de las dos alternativas planteadas.

La opción 2 tiene una longitud de 17.118 metros desde el río Taboadela en el término municipal del mismo nombre hasta la capital, de los cuales 9,6 son en túnel y 1,5 en viaducto. Además, contempla que el trazado concluirá en una nueva estación cubierta con una losa desde el paso superior de la N-525 del pasillo ferroviario de entrada. Esta versión evita la idea de soterramiento defendida por el Partido Popular que finalmente tendrá la última palabra al haber ganado las pasadas elecciones Generales.

Si el PP sigue adelante con el proyecto de entrada del AVE bajo superficie, el nuevo ministro de Fomento tendrá que modificar un proyecto ya planificado y aprobado por la Secretaría de Estado de Cambio Climático en su resolución del 25 de noviembre. En un documento de 34 folios, el departamento integrado en el Ministerio de Medio Ambiente autoriza una alternativa que comienza en Taboadela cruzando el río en viaducto para atravesar la población de Rante bajo un gran túnel de doble tubo y 5,1 kilómetros.

El trazado continúa mediante un viaducto doble de 275 metros sobre la N-525 y el río Barbaña antes de discurrir paralelamente a la vía del ferrocarril actual en Seixalbo, donde cruza con otro paso elevado de 125 metros la carretera OU-105 y con otro viaducto en pérgola de medio kilómetro sobre la nueva carretera de Rairo-Bemposta.

En esta zona comienza una tercera vía en ancho ibérico que conecta con la actual y que discurrirá paralela a la doble vía en ancho internacional.

Tras este punto, el acceso ferroviario discurre en túnel de dos tubos y 3,5 kilómetros de longitud orientándose hacia el norte y cruzando bajo el núcleo urbano de Montealegre hasta salir a superficie pasada la carretera OU-536. Llegado a este punto, el trazado salva el río Lonia aguas abajo del embalse de Castadón a través de un viaducto de 120 metros.

El camino ferroviario continúa sobre Canivelos cruzando por otro viaducto de 95 metros para entrar en un túnel de un kilómetro para las tres vías en Bouzachás antes de cruzar el río Miño con un viaducto de 400 metros.

Tras cruzar Miño, el trazado aprobado contempla un enlace con las vías de la línea Ourense-Monforte-Lugo, entrando en el pasillo ferroviario a la nueva estación al norte de los actuales talleres y finalizando el acceso a la altura del puente de la N-525.

En cuanto a la estación, a pesar de que no es objeto de la declaración de impacto, plantea un esquema de vías que cumpla con los requisitos de una estación de líneas de alta velocidad en ancho internacional y para líneas regionales y de mercancías en ancho ibérico.

La alternativa elegida incluye la expropiación de cuatro viviendas al comienzo del trazado en Taboadela, además de un cobertizo y una nave en el término de Ourense. La declaración de impacto ambiental recoge también el diseño de infraestructuras para minimizar el impacto de las obras en los cauces fluviales durante la fase de ejecución y autoriza la eliminación de 40 hectáreas de vegetación, de las cuales 29 corresponden a hábitats de interés comunitario.