Teresa Campos y José Martínez tienen dos hijos, Marisol y Miguel, que viven en Ourense. La primera, casada y con una hija, visitaba con mucha asiduidad a sus padres, que también tenían muy buena relación con el yerno, empleado de Aluminios Santa Cruz, en Taboadela. Siempre según la versión de los vecinos, la relación del matrimonio con su hija era muy estrecha, sin embargo, nadie en el pueblo conoce al hijo Miguel que, al parecer, vive en Maceda.

Marina Iglesias, que trataba a Teresa como cliente habitual de su panadería sostiene que “non debía de haber moito roce co fillo porque nunca viña por aquí nin ela falaba nunca del”. De hecho, asegura que no recuerda haberlo visto en Amendo en los últimos años. Tampoco eran muy asiduos los parientes de José Martínez, que tenía siete hermanos y una familia muy numerosa.