Una escueta comunicación de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Ourense, sobre las 11 de la mañana, confirmó una noticia esperada: “10.30 horas. Hoy queda inaugurado el último tramo de la carretera AG-53, desde el enlace de Carballiño-Cea hasta el enlace con la A-52, Km. 239. Tramo comprendido entre los Km. 75,500 al 87,000 de la AG-53”.

Sólo una sencilla placa, que fue colocada por unos operarios sin acto público de ningún tipo, y con la que se quiere “lembrar ós que participaron no seu diseño e construcción”, fue la referencia inaugural, lejos de los habituales boatos en este tipo de actos que congregaba a una amplia lista de invitados.

Uno de los primeros en recorrer el tramo de la recién estrenada infraestructura fue el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, que se desplazó desde Santiago a Ourense, su primer acto fuera de los despachos de San Caetano, como recalcó, para presidir el acto de clausura del Salón del Transporte y Logística, Nortrans, en el recinto ferial de Expourense.

Allí aprovechó para incidir en que el de ayer fue un día histórico para Ourense y el interior de Galicia, para mejorar de forma “rápida y eficaz” la comunicación con el resto de España, que es uno de los objetivos que se tiene marcado el nuevo Gobierno gallego.

Además de invitar a todos los ciudadanos de Ourense y Galicia a que contemplen la placa que se colocó en el punto kilométrico cero del tramo abierto, que viene a ser la muestra patente de que “se acabó la era de los personalismos”.

Una situación que no dejó indiferentes a algunos de los políticos que acudió ayer a Expourense, como fue el caso del presidente de la Diputación, José Luis Baltar, que era partidario de que se hubiese celebrado un acto inaugural en el que “estuvieran todos”, en alusión a que fue una obra iniciada por el gobierno del PP, consolidada por el anterior gobierno bipartito -PSOE y BNG-, y que ahora se pone en funcionamiento con el de Núñez Feijóo. aunque reconoce que “lo de la placa -con agradecimiento a todos- no está nada mal”.