A Baixa Limia censura la inactividad del punto limpio y de la ecoplanta

Hace algo más de un año que se finalizó la construcción de un punto limpio y de la ecoplanta (estación transformadora de basura), implantados en la localidad de Barxes, en el Ayuntamiento de Muíños, para dar servicio a toda la comarca de A Baixa Limia, y siguen a la espera de entrar en funcionamiento.

Una situación que para el alcalde de Muíños, Placido Álvarez, es "vergonzosa", y a la que dice no encontrar explicación alguna. De ahí que sea especialmente crítico con la actitud de Sogama (Sociedad Galega de Medio Ambiente), empresa pública adscrita a la Consellería de Medio Ambiente.

La respuesta que reciben es estarán en funcionamiento "el mes que viene... y así desde hace más de un año", se lamenta Álvarez. Y, mientras, toda la basura que se genera en los municipios de A Baixa Limia se trasladan en camiones hasta la planta de San Cibrao das Viñas, y desde allí a Cerceda, con el "aumento de coste que eso supone para los ayuntamientos".

El punto limpio fue construido por la Consellería de Medio Ambiente con un coste de 200.000 euros, mientras que la ecoplanta, una de las once que se financiaron con fondos europeos solicitados por la Diputación Provincial, supuso una inversión superior a los 300.000 euros.

Y ambas instalaciones medioambientales cuentan con todos los permisos en regla, y el Concello de Muíños cedió los terrenos y asumió el coste de las obras para que cuenten con los servicios básicos, como es agua, alcantarillado y luz.

Las quejas de los alcaldes de la comarca ante la importante demora y sus consecuencias económicas para sus arcas tienen como respuesta por parte de Sogama que técnicos de la empresa pública y de la Diputación realizan en estos momentos un estudio para hacerse cargo de la ecoplanta y de esa forma proceder a realizar la "recogida de forma aislada de la basura".

Solución rápida

Así, desde Sogama se aseguró ayer que "la solución será rápida", e insisten en que "debemos ver cómo encaja". Y recordar que había un "lote de ecoplantas ilegales" que habían impedido su entrada en funcionamiento, entre las que no se encuentra la de A Baixa Limia.

Unos argumentos con los que discrepa el organismo provincial, que recuerda a Sogama que se puso a su disposición diferente material para ser utilizado en la ecoplanta de A Baixa Limia, como los camiones, algunos de los cuales "los están utilizando en otras zonas de Galicia".

En cuanto a las plantas "ilegales", en concreto cinco, se debía a los problemas surgidos con los terrenos en aquellos concellos que no cuentan con Plan de Urbanismo, lo que provocó una demora en el proceso, "pero eso no ocurre en Muíños", indican.