Ante el incremento de contagios propiciados por la nueva cepa del COVID-19 (ómicron), y la falta de coherencia de nuestros políticos a la hora de dictar normas para controlar la expansión de contagios, llama poderosamente la atención el grado de responsabilidad y solidaridad de los ciudadanos, que, para detectar los nuevos contagios, se están sometiendo de forma masiva a cribados de PCR en toda España. Corriendo el riesgo que supone en el caso de los asintomáticos a dar positivo, y con ello ser confinados en sus domicilios, en fechas tan entrañables como las de la Navidad. Con lo cual su decisión tiene mayor mérito y consideración.

Porque no debemos olvidar que, en base a establecer la dramática información del incremento de contagios en su justa medida, si actualmente se está dando un mayor número de contagios es por el gran porcentaje de pruebas que se realizan. Así, en Madrid, de cada cuatro pruebas realizadas una es positiva. Pero, afortunadamente, la presión hospitalaria y el número de fallecidos, a día de hoy, no es preocupante. Sirva de ejemplo el hecho de que, en Galicia, en las últimas 24 horas, han fallecidos tres personas y se ha mantenido el número de ingresados en UCI. Esperemos pues que, como fruto de este esfuerzo ciudadano, pronto lleguemos a la normalidad tan deseada.