Gracias por diez años de trabajo, de esfuerzo y de lucha, para que las personas diagnosticadas de cáncer de mama tengamos una mayor calidad y esperanza de vida. Gracias por haberme dado la oportunidad de ver crecer a mis hijos, disfrutar de toda mi familia, de poder acompañarlos y abrazarlos durante los siete años que llevo siendo usuaria de la Unidad. Gracias porque con vuestro esfuerzo me ayudasteis a recuperar la ilusión y la esperanza, por vuestro buen hacer, por vuestra alegría, por vuestros cuidados, paciencia y dedicación. Gracias, porque creo que cada uno de los pacientes de la Unidad es tratado como si fuese único y especial. Por transmitir tranquilidad y optimismo. Gracias porque cuando una de nosotras no supera la enfermedad o recae no os rendís. Gracias por vuestra valentía. Por vuestra humanidad.

Me ayudasteis a enfrentarme a mis miedos, me expusisteis con claridad a lo que me enfrentaba, salí de la primera consulta esperanzada. Gracias por saber escuchar.

Gracias a la Asociación de Diagnosticadas de Cáncer de Mama (Adicán), con la que me pusisteis en contacto, a Carmen su presidenta que nunca se rendía, por su ejemplo de lucha y superación, mi recuerdo a todas las compañeras de viaje, que como ella no lograron superar la enfermedad, a las que están en plena lucha y a las que ya la han superado. Y a sus familias.

Gracias a todas y cada una de las personas que formáis parte del personal, subalternos, enfermeros, psicólogos, oncólogos, cirujanos, en especial al Dr. De Castro, a su equipo y a la Dra. Mayo. Todos y todas habéis hecho posible que hoy esté aquí redactando esta carta.

Recordarles a los responsables de Sanidad, a los políticos, independientemente de su color, la importancia de la prevención y de atender a las diagnosticadas/os a tiempo. Que los controles son caros pero necesarios (supuestamente, se están dejando de solicitar analíticas de "contadores"), espero y confío de que no sea así, pues más costosos son los tratamientos en estado avanzado, no solo a nivel económico, sino a nivel humano y familiar. Es importante que los profesionales de la salud cuenten con todos los medios y apoyos necesarios. Los buenos equipos y materiales ahorran tiempo, trabajo y a la larga los costes son mucho menores.

La vida de las personas no tiene precio.