Opinión

Alemania reprime a los judíos antisionistas mientras defiende a Israel

Como en una farsa grotesca a la vez que ominosa, Alemania persigue de nuevo a los judíos, pero solo a los declaradamente antisionistas, mientras elogia y defiende al actual Estado de Israel.

Esa es la grave acusación que dirige a los políticos y medios germanos, incluidos los que se declaran de izquierdas, el cineasta judío israelí Dror Dayan(1), residente desde 2005 en Berlín y solidario con la causa palestina.

“Tienen (las autoridades germanas) la acuciante necesidad de reprimir a los judíos antisionistas, y ello por la sencilla razón de que esos judíos, por el solo hecho de existir, desmienten que el rechazo del nacionalismo israelí tenga algo que ver con el odio al judío”, afirma Dayan.

Cuando se trata de atacar a los palestinos, prácticamente todos los medios sedicentes progresistas de Alemania se convierten en portavoces del grupo ultraconservador Springer, el editor de diarios como el sensacionalista “Bild” o el más serio “Die Welt”, defensor a muerte del Estado sionista.

Al diario berlinés “TAZ”, supuestamente de izquierdas, no se le ocurre nada mejor, critica Dayan, que “aplaudir a la Policía neoyorquina, conocida por sus métodos protofascistas” y acusar a los universitarios de Columbia de “odio al pueblo judío”.

La Policía berlinesa investiga a Dayan por utilizar la frase “Desde el río (Jordán) hasta el mar”, calificada de expresión “terrorista” por las autoridades alemanas pese a que el partido del actual primer ministro israelí la utiliza en su manifiesto fundacional para significar en su caso que toda Palestina debe formar parte de Israel.

Para la periodista Susan Witt-Stahl, en una clara inversión de los roles, los responsables políticos del país responsable del Holocausto tratan ahora de asumir el papel de víctimas mediante su plena identificación con el Estado judío.

“Esta farsa alemana es un claro aviso a la que hay que prestar atención en todo el mundo”, declara, por su parte, el autor israelí Michael Sappir.

La asociación Voz Judía para una Paz Justa en Oriente Próximo es víctima desde hace demasiado tiempo del hostigamiento de las autoridades, hasta el punto de que le han cerrado incluso su cuenta bancaria.

Se trata de la organizadora del congreso sobre Palestina que se organizó en Berlín el pasado 12 de abril y que fue disuelto por las autoridades, que habían incluso prohibido la entrada en el país de uno de los participantes: el exministro griego de Finanzas Yanis Varoufakis.

El otoño pasado, la dirigente socialdemócrata alemana Saskia Sesken, anuló una reunión prevista con el senador demócrata estadounidense Bernie Sanders, de origen judío, por no haberse “puesto claramente de parte de Israel” al criticar en público la hambruna provocada por el bloqueo israelí a la Franja de Gaza.

Y en abril, mientras duró un campamento de solidaridad con Palestina levantado frente al Reichstag (Parlamento), la Policía berlinesa prohibió expresamente cualquier alocución en el idioma hebreo.

(1) En declaraciones al diario de izquierda alemán “Junge Welt”

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