Opinión

Paco Vedra n n

Cuatro Cosas

Lo de la CRTVG se le está atragantando a los encargados de buscar el relevo a los actuales responsables. Se da por hecho, como ya dijo avecilla, el relevo a petición propia de Alfonso el “batallador”, pero el sustituto está aún por decidir. Hay una cola de candidatos más larga que la Santa Compaña, pero en realidad los que tienen opción no llegan a la media docena. Y lo que se complica es un acuerdo para la designación entre PPdeG y PSdeG, como mínimo, aunque vendría muy bien que estuviese el BNG. Ojito...

Conviene recordar, advierte Anacleto, que cuando O Noso Ex llegó al poder autonómico pactó la dirección de la telegaita con los psoeciatas, y así se resolvió la cuestión. Ahora con el que tendría que negociar la Xunta sería con el Bloque, que es la segunda fuerza, pero en la corte jacobea hay quien cree “imposible” un resultado positivo. De ahí, seguramente, es de donde surgen ahora los problemas, porque los nacionatas piden lo que ya no existe en las teles públicas: objetividad e imparcialidad. A la hora de las noticias y de las opiniones. ¿Eh?

Conste que falta todavía el asunto de los miembros del Consejo radiotelevisivo. El antiguo Estatuto establece que debería integrar a profesionales de reconocido prestigio, pero eso ahora suena a chiste. Lo que se hace es repartir proporcionalmente los puestos entre los partidos presentes con acta de diputados, y los nombres los designa la dirección del partido. O sea, como ocurre en las diputaciones provinciales, en las que son los presidentes de cada distrito los que proponen y el mando único el que dispone. O sea, una cogna marinera. Uyuyuy...

Puestos a comparar, eso también se da en el Senado. Ahí no valen los méritos, ni la formación, ni la veteranía: se nombran para ir a elecciones a los que se quiere prejubilar, retirar gloriosamente, compensar por ceses anteriores o por redondear sus salarios. No son precisamente méritos de guerra, pero sirven para cumplir el objetivo de no dejar atrás a ningún cabreado que pueda hacer pupa con sus Memorias. Y es que dirigente precavido, vale por dos, y si se olvida de eso puede acabar ingresando en la cofradía de los fieles difuntos. Ejemplos de los dos casos haberlos, hailos. ¿Capisci?