Opinión

n n n / Paco Vedra

Cuatro Cosas

Ollo co piollo: dice avecilla que ya mañana el inefable Puente visitará A Coruña para presentar el proyecto del Corredor Atlántico. Más allá de las ocurrencias habituales de don Óscar –al que, por cierto, le ofrecerán la presidencia del “club de amigos de Galicia”–, hay que subrayar que no se sabe muy bien de qué va eso del proyecto. Y hay dudas porque en 2019 ya se presentó en el mismo lugar un proyecto para el C. A., de modo que su señoría tendría que explicar si lo que viene ahora es otro o repite el anterior para ver si alguien “pica” y se lo cree. Sería un auténtico milagro. ¿Eh?

Hablando de Gobierno –el central, por supuesto–, el pajarillo cantor las pía por lo bien que se está portando con la automoción gallega. Y no solo por la limosna de 29 millones de euros como por el segundo PERTE a Stellantis. Por ejemplo, lo de la factoría de Ford en Levante y la de semiconductores en Madrid. A este paso, lo que se reserva para Galicia en el Ministerio de Industria será una mesa de ping pong o, en su lugar, una cancha de baloncesto, que tiene más presupuesto y produce más ilusión. ¿Eh?

Menos mal que ya solo faltan ocho meses para la llegada de los Reyes Magos. Como diría el propio titular de Movilidad, de todo lo que le deben a Galicia solo habrá que esperar para el pago a que se enteren los de Oriente, porque el resto ya está resuelto aunque sin fecha. Y es que no hay mejor remedio para el pesimismo que leer las notas oficiales de Moncloa. Sobre todo, las que se refieren a comunicaciones ferroviarias y peajes en las redes de autovías y autopistas. Aunque para verlas cumplidas tiene que tocar la Lotería. Uf...

Anacleto confía en el sentido del humor de los lectores para darse cuenta de la ironía que precede. Lo peor es que el horizonte inmediato, marcado por la visita –si llega a producirse– de O Noso Presidente a Moncloa será muy probablemente una frustración más, salvo en la hipótesis de que el señor Sánchez aplique al encuentro lo de la “regeneración democrática”. No se sabe muy bien lo que quiere decir porque predicar con el ejemplo no es común por la Península. ¿Capisci?