Opinión
Claveles de libertad en el 50 aniversario de la revolución de abril
Lisboa se ofrece mansa e inmensa, como bella dama sosegada por el mecer de los elogios atlánticos. La luz desarmada de este abril, en el que se celebran los 50 años de la Revolución de los Claveles, la más hermosa transición, la más poética, ilumina la anovada sensación de libertad, de paz, de sosiego, en tiempos de convulsiones globales, de grandes terremotos ideológicos en los que se escuchan a lo lejos tambores de guerras –Ucrania, Gaza, etc.–.
Lo luso ha sufrido avatares políticos de última hora, nada que no solucione una decisión democrática, al final “o pobo é o que mais ordena”. Los ecos de “Grândola vila morena”, del inolvidable José Afonso, siguen resonando con alegría, los estremecimientos han quedado sí en una política nueva, que no se desviará mucho de lo posible dentro de un Portugal que crece y de una Europa vigilante y necesaria.
De todo ello se habló y bien en Lisboa, en el Foro La Toja Vínculo Atlántico, en ese trasatlántico que une España y Portugal, comandado por Amancio López Seijas y Ana Sanjurjo, y sus hijas Marina y Clara. Se hizo con talento y talante, con profundidad y un sentimiento liberal e ibérico constructivo, con una expectación inusitada de público y medios, con una acogida de las autoridades a la altura del acontecimiento y con un ejemplar espíritu de diálogo fraternal.
Desde el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa; el ministro de Estado y Asuntos Extranjeros, Paulo Rangel; los presidentes de las Cámaras de Lisboa y Oporto, Carlos Moedas y Rui Moreira, junto a Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, qué grandes cabezas. Y Antón Costa, presidente del Consejo Económico y Social de España y moderados magistralmente por Cristina Callach, periodista experta en la Unión Europea. Y, entre otros, los imprescindibles expresidentes Felipe González y Mariano Rajoy, con los primeros ministros Francisco Pinto Balsemao, y Antonio Costa. Clausuraron la titular de Defensa de España, Margarita Robles, y Augusto Santos Silva, presidente da Assemblea portuguesa.
Con criterios de vanguardia se conversó en el Foro La Toja. Estoy persuadido de que la Fundaçao Calouste Gulbenkian y María Ignacia Rezola, comisaria ejecutiva de la conmemoración los 50 años de la Revolución de los Claveles, la más humana, la más hermosa, la más musical, no pudieron soñar un acto más bello para celebrar la democracia. Libertad y claveles, y la luz imborrable de Lisboa.
*Periodista
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