Opinión | Mira Vigo

Boticarios de Primeros Viernes

Boticarios  de Primeros Viernes

Boticarios de Primeros Viernes / Fernando Franco

¿Qué hay detrás de esta foto? En mayo y junio de 2004 se reunieron un grupo de farmacéuticos en el Bodegón 72 de Alejo (Couto de San Honorato), que luego en otro encuentro culinario en Casa Lemos de Redondela formaron el grupo Primus Veneris Die Boticarius Papatorius: 13 matrimonios entre los que al menos uno era farmacéutico. Así siguieron reuniéndose todos los primeros viernes salvo el parón de la pandemia y el próximo mayo cumplen 20 años y 219 cenas. Son farmacéuticos de hospital, industria, distribución y sobre todo oficina de farmacia. Hoy abuelos, aunque algunos de los que veis causaron baja en la batalla de la vida. Salud a estos boticarios y que sigan muchos años más.

A viaxe do meu pai, diario escrito bajo las balas de la guerra civil

Yo estaba hablando con Gamallo Camino, que vive feliz su retiro en Moraña, sobre esa rotonda de esculturas pétreas “dos carneiros” que nos recibe al entrar y su necesaria mejora cuando me comentó que allí, en el barrio de Corrigatos, pasaba unos días el profe jubilado de Ciencia Social en el IES Carlos Casares de Vigo y escritor Fernando Pereira Bueno. “Me dicen en nuestra asociación cultural Chorima que acaba de publicar en Xerais su libro A viaxe de meu pai -me dijo Gamallo- s obre un diario de guerra escrito por su padre, que nació en Saians, lugar de Moraña”. “¿Cartas desde el frente? –le respondí–. Hay muy poco material tan testimonial sobre eso”. Efectivamente, hablé con Fernando Pereira y el libro, enriquecido por cartas y notas desde el mismo frente de guerra en la contienda española, está hoy en la calle. Una documentación recuperada en los años 80 en algún cajón olvidado de un material interesantísimo cuando se vacía la casa de los abuelos. Nada menos que 102 cartas escritas por Ceferino Pereira de la Fuente a su familia entre los ruidos de la guerra, 9 cuadernos de diario y 60 fotos de campaña mientras batallaba en un regimiento de Artillería del Ejército del Norte, llamado gallego. Llenas del sentimiento del directo. No son memorias escritas después, con toda esa desviación de la memoria histórica, sino relatos inmediatos. Ardo en deseos de que me llegue el libro.

Tierra de Leyenda, 1200 páginas para el bautizo de Samuel Ferro

Ando estos días en la lectura de Tierra de leyenda. El legado de Breogán, la opera prima” del vigués Samuel Ferro, ingeniero industrial nacido en 1989 que ha tenido la valentía rayana en la osadía de bautizarse en la literatura nada menos que con dos tomos, de 600 páginas cada uno en estos tiempos en que la imagen lo coloniza todo y, los que leen, prefieren los trazos cortos a los largos. Hay mucho tiempo y trabajo detrás de su obra. Ferro se sitúa en el siglo XIV de una Galicia feudal con base en Tui, Salvaterra… para desarrollar su historia, de la que ya he leído unas 400 páginas del libro primero y, haciendo trampa, unas 40 del segundo. La verdad es que me tienen atrapado las andanzas de los protagonistas –Corvinus, Regilllus, Vestillo, Alfonso de Guzmán, Álvaro Dualde, el obispo de Tui Juan de Castro, Churruchao, señor de Tebra, Fernando de León el Montaraz… – y un sinfín de nombres en busca de un Santo Grial a la gallega. Sorprendido estoy por el grado de violencia sanguinaria que despliega Ferro desde las primeras páginas (torturas, desgajamiento de miembros, derecho de pernada…) y la falta de respeto a la vida humana que muestran sus personajes. Si se llevara al cine, daría para una buena argumento. Literariamente, es también sorprendente el inmenso trabajo que late tras sus páginas.