Opinión

Un atentado terrorista que deja algunas incógnitas

Habrá que esperar antes de confirmar quién está detrás

El mortífero atentado terrorista del fin de semana en una localidad próxima a Moscú, reivindicado desde el primer momento, se produjo horas después de que el Gobierno ruso anunciase, ya sin eufemismos, que el país está en guerra con Occidente.

Hay datos extraños relacionados con ese ataque como el hecho de que los terroristas, tras disparar contra los asistentes a un festival de música e incendiar el edificio, huyeran en dirección a Ucrania en el mismo automóvil blanco en el que llegaron, lo que facilitó su detención.

O que no se inmolaran antes de ser detenidos como suele ser práctica de los terroristas islámicos. ¿Eran simple sicarios? Habrá que esperar pues antes de que se confirme quién está realmente detrás de la salvajada.

En cuanto a las recientes palabras del portavoz del Kremlin sobre Ucrania, lo sorprendente es que hasta ahora el Gobierno ruso siempre había calificado la invasión militar de “operación especial”.

Pero la pasada semana, el portavoz, Dmitri Peskov, cambió inesperadamente de registro y dijo que ya no se trataba solo de un conflicto militar con Ucrania, sino que Rusia está en guerra con Occidente.

“Nos encontramos en estado de guerra. El Occidente colectivo se ha convertido en participante (en el conflicto) al tomar partido por Ucrania”, explicó.

El portavoz empleó su lenguaje más duro hasta ahora al afirmar que Rusia no podía tolerar la existencia de un Estado que no oculta su intención de recuperar por todos los medios las regiones de población rusa como Crimea, el Donbás, Zaporiyia y Jersón.

Rusia no puede “coexistir” con un Gobierno como el de Kiev que persigue tal objetivo, dijo Peskov en lo que solo cabe interpretar como un plan para “cambio de régimen” en Ucrania.

Hasta ahora, solo el expresidente ruso y actual vicepresidente de su Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, había pronunciado amenazas tan claras contra el Gobierno de Volodímir Zelenski.

Lo cual no puede significar otra cosa que el propio Vladimir Putin ha endurecido su posición para alinearse con los más duros de su Gobierno.

En los últimos días y en represalia por los ataques ucranianos dentro de Rusia, Moscú ha intensificado el lanzamiento de drones y misiles contra infraestructuras en el país invadido.

Uno de los peores ataques fue el dirigido contra una gran central hidroeléctrica en el Dniéper, que dejó momentáneamente sin electricidad a varias ciudades además de cortar el suministro a la central nuclear de Zaporiyia. Mientras tanto, los gobiernos de la OTAN animan a Kiev a no dudar más y declarar una movilización general a partir de los 25 años como única forma de evitar la desaparición del Estado ucraniano.

Uno de los políticos más beligerantes es el senador republicano estadounidense por Carolina del Sur Lindsey Graham, que estuvo recientemente en Kiev, donde instó al Parlamento a aprobar con urgencia esa ley. Actualmente, los ucranianos pueden alistarse como voluntarios a partir de los dieciocho años, pero desde esa edad y hasta los sesenta, todos los varones tienen prohibido salir del país.

Suscríbete para seguir leyendo