Tribuna LIBRE

La tradicional romería a la ermita de San Blas

Jesús Niño*

Ya constituye una tradición muy conocida el hecho de que el próximo 3 de febrero muchos católicos de Pontevedra y sus alrededores se acerquen a impetrar el auxilio de San Blas en su capilla, sita en el lugar llamado por esa misma razón de San Blas, perteneciente a la demarcación parroquial de San Martín de Salcedo. Lo que, en cambio, puede resultar no tan conocido es el mismo significado de la palabra “tradición”.

La palabra castellana “tradición” viene de la palabra latina “traditio” que significa algo que ha sido entregado o depositado, para ser a su vez custodiado y transmitido a sus legítimos sucesores; de aquí que cuando en el año 257 el emperador romano Valeriano, o el 3 de febrero del 303 el también emperador romano Diocleciano, en el contexto de persecución contra el Cristianismo mandaran a los clérigos cristianos que entregaran los libros sagrados y los objetos litúrgicos que tenían depositados, para ser destruidos, aquellos que cedieron a las amenazas y rompieron la “traditio”, recibieran el nombre de “traditores”.

Esta misma tradición que la actual comunidad católica de San Martín de Salcedo ha recibido de sus predecesores, es la que pone a disposición de los creyentes que se acercarán a la Capilla de San Blas este próximo fin de semana.

Desde hace más de cuatrocientos años está documentada la advocación de San Blas en esta humilde capilla o ermita, como se la denomina en los documentos más antiguos, construida en un altozano desde el que se domina el actual conjunto de Carrefour y una impresionante panorámica de la ciudad de Pontevedra. A la segunda mitad del siglo XVI, siempre antes del 1607, pertenece el núcleo más primitivo de la actual edificación y que corresponde al actual presbiterio. Las armas heráldicas de los Cienfuegos, esculpidas en una de las dovelas centrales de la bóveda, señalan a un miembro esta familia pontevedresa como el artífice de su construcción. En una fecha todavía hoy desconocida, pero en todo caso que se puede situar en el siglo XVII, se añadió la actual sacristía. Y, finalmente, en la segunda mitad del siglo XVIII, pero siempre antes del 1 de junio de 1791, el párroco D. Pedro Xavier de Ulloa mandaba construir a sus expensas la gran nave, proporcionando a la Capilla la configuración con la que ha llegado hasta nuestros días.

Como va siendo ya una tradición de tantos años a esta parte se proporcionarán los mejores servicios religiosos posibles a los devotos a San Blas. El sábado 3, día propio de S. Blas, habrá misas a las 9.00, 11.00. 13.00. y 20.00 horas. El domingo 4, día en el que el lugar celebra la fiesta de S. Blas, habrá misas a las 13.00 horas. (será la misa solemne) y a las 17.00 horas.

Por razones evidentes de seguridad se ruega no entren en la Capilla con cirios y velas encendidos.

*Párroco de Salcedo

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