Cuatro Cosas

/ Paco Vedra

Creed a avecilla cuando os cuenta, tras leer en FARO lo que dice el ministro de transportes, que en toda Galicia se oía un cántico muy ilustrativo. Refiriéndose al comisionado del Corredor Atlántico, numerosos grupos de gente cantaban lo de “sí, sí, sí, que se vaya a Madrid”. Y, como estribillo, repetían “y que se quede allí”. Y es que el tal comisionado haría mejor su tarea en cualquier otra cosa, pero lejos de Galicia. ¿No?

Bueno, a ver: ocurre que casi todo lo que viene –mejor dicho lo que no viene– desde ese ministerio llena libros y libros de promesas que no se cumplen y compromisos que se olvidan. Lo último es lo de que ya hay trece trenes Avril, cifra que no llega ni para cubrir las necesidades del trayecto más pequeño. O sea, que los que se van a necesitar aquí llegarán cualquier año de estos. Si hay suerte. ¿Eh?

Este don Óscar es el que dijo que habría que pedir lo que se necesitase a los Reyes Magos y que todavía no había escrito la carta. Con semejante afirmación su señoría apela a la fe del padre Astete, quien para definirla –la fe– dijo que era “creer en lo que no se ve”. Y de eso el pájaro afirma que aquí se doctoran los crédulos, sobre todo en lo que respecta a la cuestión ferroviaria. ¿No?

Mientras, en la corte jacobea gastan más en sellos de correos que en las ayudas de política social. La razón es la decisión de los alfonsinos de inundar con cartas y reclamaciones los despachos ministeriales. Lo que no saben es que la respuesta será “contra el vicio de pedir, está la virtud de no dar”. Y eso en el entorno de Moncloa si que es un artículo de fe, de los que se notan aunque no se vean. ¿Capisci?

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