Corta para Sánchez, larga para Feijóo

La campaña electoral

Albert Sáez

Albert Sáez

Empieza el tramo final de la campaña electoral para el 23-J. Las encuestas y las predicciones detectan en los últimos 10 días algunos movimientos tectónicos respecto a los resultados de las elecciones municipales y autonómicas. A pesar de toda la propaganda monclovita, el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, parte con una ventaja clara y todo indica que ganará con claridad la batalla directa contra el candidato del PSOE, Pedro Sánchez. A algunos entusiastas, conviene recordárselo.

Pero hay una segunda batalla que es saber cuál de los dos logrará sumar con sus potenciales aliados los 176 escaños que se necesitan para la investidura. En este punto, en las encuestas hay que observar las potenciales transferencias de voto entre partidos, pero también entre bloques. Lo que detectan los sondeos son dos cambios de tendencia respecto al 28-M. En primer lugar, Feijóo estaría dejando de drenar voto moderado del PSOE como consecuencia de los pactos con Vox. Y en segundo lugar, el voto a la izquierda del PSOE estaría algo más movilizado que hace dos meses. El resultado es que estaría en riesgo la suma de PP y Vox por encima de los 176 mientras que PSOE y Sumar alcanzarían una minoría de bloqueo a la espera de poder atraer para la investidura al resto del arco parlamentario, desde el PNV hasta el el BNG pasando por Junts, Bildu y Esquerra. Si esta tendencia se consolida, vamos directos a una repetición electoral. Pero también nos puede llevar a una mayoría absoluta de Feijóo, aunque nadie lo dice se ha comido a la mitad de Vox respecto a la anterior legislatura, si en las provincias donde se asignan menos diputados, entre 3 y 5, los pequeños quedan fuera y se lleva el último diputado el mayor de los grandes, que en este caso nadie duda, excepto Tezanos, de que será el PP.

Así las cosas, esta campaña electoral puede resultar corta para Pedro Sánchez, que ha encontrado en el “pedrismo” el mejor antídoto contra el “sanchismo”, y larga para Feijóo que aún es demasiado bisoño para hablar sin decir nada como su rival. Si no fuera porque en verano se pueden hacer cosas mucho más interesantes, sería apasionante.

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