DE UN PAÍS

La mayoría natural

Luis Carlos de la Peña

Luis Carlos de la Peña

A los gallegos nos cuesta imaginar que la gaviota del PP no vuele sobre todos los cielos de la derecha. En perspectiva galaica, el conservadurismo mejor y peor entendido, la nostalgia del franquismo y los demandantes de los golpes de timón, de porra y de lo que hiciera falta, encontraban su natural acomodo en el PP. Con Manuel Fraga presente en Galicia se acabaron los partidos bisagra, centristas, … y de Ourense, aunque en este caso convenga ser prudentes. La mayoría natural lindaba por la izquierda con las señoras que votaban en A Coruña a Paco Vázquez y por la derecha con los camisas viejas y el alcalde eterno de Beade, también en Ourense, por cierto. Esta capacidad centrifugadora de Manuel Fraga en Galicia se complementaba con el estilo aguerrido y desacomplejado de José María Aznar que, ya en 1996, triunfaba en España. A la derecha española, antes que el liberalismo doctrinario o práctico, a lo Thatcher, lo que le mueve, como dijo Pedro Sánchez, es el antifelipismo, el antizapaterismo y, ahora, el antisanchismo. Añadan las medidas oportunas de catolicismo preconciliar, separatismo y lenguas vernáculas o comunismo y tendrán el cóctel que la derecha española lleva décadas trasegando.

En la militancia popular, además de estos estimulantes bizarros, no caben los versos sueltos ni las interpretaciones locales, una práctica castradora que acabó por contagiarse al PSOE, antaño federal y un punto libertario. El PP libra siempre la batalla de España y, por eso, las elecciones municipales son una oportunidad más para reivindicar el todo, la patria, y denunciar los peligros que la amenazan.

En Galicia, como en el resto de España, el PP tiene en estas elecciones municipales mucho que ganar y casi nada que perder. La herencia recibida de los antiguos votantes de Ciudadanos engrosará los números populares en todas aquellas localidades donde el efecto naranja tuvo alguna incidencia en 2019. A mayores, la apelación al voto útil, a concentrar el voto de las derechas en el PP, animará a un número indeterminado de simpatizantes de Vox a intentar el sorpasso al sanchismo y a la izquierda multicolor. ¡Qué mejor pista de despegue para las futuras elecciones generales!.

El poder urbano en Galicia, tan aireado por los socialistas, puede sufrir una severa merma si Ferrol, Ourense y hasta Lugo pasan a manos del PP. Si añadimos las hipotéticas plazas de Baiona, Ponteareas o Redondela, en plena área metropolitana viguesa, y donde Rueda ha recurrido a candidatos de eficacia contrastada, el mapa resultante puede cambiar sustancialmente para los conservadores gallegos. Se cocina la mayoría natural.

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