Sin vuelcos

La encuesta de DYM para Prensa Ibérica apunta a que dos de las siete ciudades podrían mudar de regidor. No hay grandes cambios, pero se confirman tendencias: los votantes de Cs regresan al PP y los de las Mareas, al BNG

Preparativos para la jornada de votación, en un colegio electoral

Preparativos para la jornada de votación, en un colegio electoral / J. Digas

Irene Bascoy

Irene Bascoy

Sin grandes vuelcos. Este es el panorama que dibuja la encuesta de DYM para Prensa Ibérica en las grandes ciudades, con la excepción de Ferrol, donde el PPdeG podría recuperar el bastón de mando, y la incógnita de Ourense, donde el PP podría ser la fuerza más votada, pero lejos de la mayoría absoluta, lo que le deja en manos del PSdeG o de Democracia Ourensana, aunque esta segunda opción es descartada por su cabeza de cartel, Manuel Cabezas. Lo más probable es que el próximo domingo nos vayamos a la cama sin saber quién será el alcalde de la ciudad de las Burgas, y que en la decisión final intervengan las direcciones regionales y nacionales.

Cuatro años después, el ganador por aclamación del 28-M volverá a ser Abel Caballero. Reeditará su aplastante mayoría absoluta tras dieciséis años como regidor de la ciudad más grande de Galicia, y sus vecinos califican su gestión con un notable alto. Sería con Ferrol la única mayoría absoluta del mapa urbano gallego. Su caso es digno de estudio. Caballero desborda a su partido. Logra una mayoría tan arrolladora (20 de 27) porque le votan simpatizantes de otras formaciones, que en otras citas electorales dan la espalda al PSOE.

En Pontevedra (BNG), A Coruña, Santiago y Lugo (PSdeG), pueden repetir los actuales alcaldes y alcaldesas, pero necesitarán reeditar alianzas para gobernar. Lara Méndez, en la capital lucense, podría ser el caso con más dudas, por el tirón de Elena Candia (PP), que tendría opciones de apartar al PSOE, si Ciudadanos y VOX entran a formar parte de la corporación.

Aunque parece que no habrá vuelcos, sí hay movimientos de votos que confirman tendencias. Hace cuatro años, fue la debacle de las Mareas y sus alcaldes del cambio, y el hundimiento continúa. Los restos de aquel movimiento siguen menguando, y el gran beneficiario es el BNG que recupera posiciones, como ya hizo hace cuatro años. Y Ciudadanos, que en 2019 había irrumpido con dos ediles en Lugo, otros dos en Ourense, uno en A Coruña y otro en Pontevedra, desaparece de la escena local y permite a los populares crecer en votos y concejales. Se simplifica el escenario y se concentran los apoyos. Es una vuelta al pasado con un trasvase de votos entres vasos comunicantes.

Pero ya saben que en las noches electorales, todos los partidos ganan y con la encuesta de DYM en la mano para Prensa Ibérica, el 28-M los tres principales tendrán algo que celebrar. Vayamos por partes:

El PPdeG

El regreso de José Manuel Rey Varela ocho años después a la alcaldía de Ferrol puede ser el próximo domingo el mayor éxito del PP gallego en la escena urbana, y a falta de saber qué pasará en las Diputaciones. En la primera cita con las urnas tras la marcha de Alberto Núñez Feijóo y con Alfonso Rueda al frente de la organización conservadora, el PP volvería a tocar poder urbano. Ahora mismo, Arteixo, municipio coruñés de poco más de 30.000 vecinos y conocido por ser la sede de Inditex, es el consistorio más grande gobernado por el PPdeG. Ferrol es la ciudad más pequeña de Galicia con poco más de 64.000 habitantes, pero le permite a los populares poner una pica en el feudo urbano.

Según el sondeo de DYM, el PP gallego sería también la fuerza más votada en Santiago, Ourense, A Coruña y Lugo, pero no con los apoyos suficientes para tomar el bastón de mando. El 28-M en las siete ciudades sumaría votos y ediles, con la excepción de Pontevedra, donde aumentaría apoyos, pero no los necesarios para arañar un concejal más.

Al PP de Rueda como al del Feijóo le faltan socios para gobernar. Solo coloca a sus alcaldes si tiene mayoría absoluta, y sus potenciales aliados ahora mismo le restan votos y posibilidades de victoria, pues carecen de representación municipal. VOX en A Coruña, Ferrol, Pontevedra y Lugo le ‘roban’ casi un cinco por ciento de las papeletas de votantes de derechas.

Hace cuatro años, el PP ganó las municipales por 9.000 votos de diferencia con respecto al PSdeG y con 128 mayorías absolutas, pero volvía a quedarse fuera de las alcaldías de las ciudades, su talón de Aquiles electoral. Y dentro de las ciudades, su principal debilidad es Vigo. El sondeo de FARO apunta que puede subir de cuatro a cinco ediles. Si el PP lo considera una remontada, en una corporación con 25 ediles, solo cabe decir que ésta puede ser lenta, pero que muy lenta.

El PSdeG

Las municipales son las elecciones que mejor se le dan al PSOE gallego. El próximo domingo los socialistas pueden repetir como la segunda fuerza más votada en los comicios locales, y eso que en el Parlamento son la tercera fuerza, por detrás del PP y BNG. El gran blasón de su victoria será Vigo, y la herida por la que sangrarán será Ferrol. Pueden perder, según el sondeo de DYM, una de las cinco ciudades que ahora gobiernan. En cambio retendrían las alcaldías de Santiago, A Coruña y Lugo. Tras Ferrol, el mayor desgaste está en la capital gallega, donde Sánchez Bugallo puede retroceder hasta tres ediles, aunque podría seguir gobernando con el apoyo de BNG y Compostela Aberta.

Inés Rey en la ciudad herculina reforzaría posiciones y Lara Méndez en Lugo podría repetir resultados y con el respaldo de los nacionalistas sus alcaldías no correrían peligro.

Donde no gobiernan, los socialistas casi no avanzan. Sumarían votos en Pontevedra y Ourense, pero quizás no los bastantes como para ganar ediles. Si los socialistas resisten en las urbes y conservan las Diputaciones es un buen punto de arranque de cara a las autonómicas de 2024, pero deben clarificar cuanto antes su situación y que la ciudadanía ponga cara al rival de Rueda y Pontón en la pugna por la Presidencia de la Xunta. A la vista del sprint de esta campaña el elegido podría ser Xosé Ramón Gómez Besteiro, eso sí con el apoyo de Valentín González Formoso y con una convocatoria de primarias, por el medio.

El BNG

La fuerza líder de la oposición en Galicia elevará su caudal de apoyos y escaños en el mapa urbano el 28-M, según el sondeo de DYM. La gran mayoría de los votantes díscolos que hace cuatro años se resistieron a abandonar a las mareas locales vuelven al redil. El caso más clamoroso es Santiago, donde la lista de Goretti Sanmartín puede duplicar sus papeletas y pasar de dos a cinco ediles, lo que le permitiría entrar en el Gobierno, y con un protagonismo destacado.

La formación nacionalista tiene claros éxitos de gestión municipal con Miguel Anxo Fernández Lores en Pontevedra como máximo exponente, y otros casos simbólicos como Allariz, pero no son muchos. Hace cuatro años, la formación frentista solo sumó 14 mayorías absolutas y vía pactos logró gobernar en otras quince localidades.

La duda es si el BNG puede dar un salto cualitativo que le impulse como fuerza alternativa en Galicia de cara a los comicios autonómicos de 2024. Los ayuntamientos son un escaparate para la ciudadanía de cómo podría gobernarse la Xunta, y la formación de Ana Pontón necesita más expositores. Llama la atención que siendo Vigo una urbe joven, dinámica, y proletaria, el BNG solo pueda lograr dos ediles.

Pontevedra es el mayor ejemplo del Bloque y es además la demostración de que las coaliciones de nacionalistas y socialistas pueden convivir largo tiempo sin tensiones ni estridencias destacadas. El sondeo para Prensa Ibérica apunta que habrá un séptimo mandato de Lores, pero sin mayoría absoluta.

Las Mareas

La aventura de los alcaldes del cambio en A Coruña, Santiago y Ferrol duró cuatro años. Y la fuerza de este movimiento alternativa de izquierdas continúa su desintegración. Compostela Aberta podría pasar de cinco a dos ediles, Ferrol en Común, de 3 a dos, La Marea de A Coruña, que se presenta dividida podría lograr dos/tres concejales cuando ahora tiene seis y en Vigo corre el riesgo de desaparecer. No es el mejor punto de partida en Galicia para Yolanda Díaz, con su aventura de Sumar de cara las generales.

Ourense es sitio diferente

Y se merece un punto aparte. Los escándalos que han jalonado los cuatro años de gobierno de Gonzalo Pérez Jácome suscitan la indignación fuera de la ciudad, pero en la urbe de las Burgas no lo suficiente para que Democracia Ourensana deje de ser clave para la gobernabilidad del concello. Los polémicos audios del regidor podrían pasarle factura, y perder un edil, pero tendría seis ediles en una corporación con 27 concejales y cuatro formaciones.

El PP, según la encuesta de FARO, sería la fuerza más votada con 9-10 ediles, y la segunda plaza sería para el PSOE, con 8-9 ediles. La composición del pleno se cerraría con tres ediles del BNG.

Si los exalcaldes del PP y PSdeG Manuel Cabezas y Francisco Rodríguez cumplen su acuerdo de orillar a Jácome, el acuerdo tiene que pasar por ellos, pero hay variables que despejar: ¿blindará Manuel Baltar la Diputación de Ourense en esta ocasión y entonces la alcaldía no tendrá que ser moneda de cambio como hace cuatro años? ¿con el horizonte puesto en las elecciones generales de finales de año y las autonómicas de 2024, dejarán hacer las direcciones nacionales y autonómicas de PP y PSOE a Cabezas y Rodríguez sellar un pacto? ¿si hay un acuerdo en Ourense por qué no replicarlo en otros municipios? ¿si el PP es la fuerza más votada, qué pedirá el PSOE al PP a cambio de darle la alcaldía de Ourense, y permitir así que ostente el bastón de mando de dos de las siete ciudades gallegas, cuando ahora no gobierna en ninguna?

Suscríbete para seguir leyendo