Mira Vigo

El Vagalume Point

El Vagalume Point

El Vagalume Point / Fernando Franco

Fernando Franco

Fernando Franco

El grupo Vagalume continúa su andadura gastrocultural. Esta vez en la pedanía Bembrive para visitar la iglesia románica más antigua de Vigo, en torno a la que se celebra cada tres de febrero la multitudinaria fiesta de San Blas, y después una conejada en el mesón A Cova do Feixón. Manolo Castellano se encargó de su caza en los montes de Toledo y en la foto vemos a los satisfechos comensales Luis Espada, Manolo Vagalume, Rafael Larriva, Luis Piñero, Manolo Castellano, Pepe Morales, Alberto Millán, Carlos Crespo, Ángel Morales y Pepucho.

Isidro Betancourt, el cantor que llegó de Cuba

El día que pasó por vez primera por el puente de Rande, extasiado por la belleza de la ría con Vigo a fondo, se dijo a sí mismo: “Quiero vivir aquí”. Isidro Betancourt Benítez, entonces cantor del Coro Nacional de Cuba, había llegado a Galicia en 2006 para asistir al curso de Canto y Dirección Coral de Julio Domínguez y, si la vuelta a Cuba era el destino previsto, la “convicción de Rande” pudo más, se hizo realidad y hoy enriquece con su alta cualificación musical el humano pentagrama de esta ciudad. No fue fácil. Trabajó aquí y allá, en lo uno y en lo otro antes de poder dedicarse a lo suyo. Hoy, con dos hijos, Isidro y Jaime, es fundador con su mujer, Sandra Souto, del Grupo Insieme, empresa de eventos musicales, dirige el coro Rosalía de Castro del Colegio de Médicos, el coro Son de Acacias del Montecastelo, da clases de canto y coro en el Conservatorio Mayeusis... No se olvida en 2018 el gran Concierto Fin de Carrera de este tenor. Ahora, a toda esa tarea múltiple que eleva la vida coral de esta ciudad, añadió otro objetivo: la inmediata grabación el 21-22 próximos de un disco con la obra de cámara del compositor hispano-germano Lico Jiménez y la realización de un documental sobre su vida y obra. Busca patrocinio mediante la Ley de Mecenazgo. Bien merecido lo tiene.

Mercedes de Miguel, el premio que ganó pero perdió

Cosas veredes. Lo que le ocurrió en Vigo a la procuradora y escritora feraz Mercedes de Miguel no tiene desperdicio, y menos mal que a ella se le ha dado por tomárselo con humor. Mercedes, que ya va por el libro número 12 y a la que hace unos meses presentamos en el museo Marco el audiolibro El último hombre, se presentó el pasado año a un concurso de novela negra con Un hombre normal. Como esperaba el fallo en diciembre de 2022, ella supuso que no había sido favorecida por el Jurado y en marzo de este año, tan ricamente, lo volcó en Amazon. Pero ¡ah! el 31 de este mismo mes el director del Jurado (premio que no cito pero conozco) la llamó para decirle que el fallo se había retrasado y ella era la ganadora con diferencia abrumadora respecto al resto. “¡No me digas por favor, pero si subí el libro a Amazon y eso lo invalida!”, respondió ella enfadada consigo misma por no haberse enterado de la prórroga en la web. Mercedes quedó descalificada tras ser premiada ante más de 500 participantes y yo he leído alguna crítica del Jurado, entre ellas una que decía que “es un verdadera obra maestra”. Ya te vale, Mercedes.

El viaje de Araceli Bravo

Tenéis su obra en la Casa da Muller (Romil, 20). La artista baionesa Araceli Bravo (1961) muestra allí su Resurrección porque, después de una etapa difícil, marcada por enfermedades de amigos y por el confinamiento, surgió la idea, durante una mudanza, de sacar a la luz piezas olvidadas (pinturas, grabados, joyas) representativas de distintos momentos vitales, técnicas y etapas en su evolución artística. Resurrección porque es un rescate que viene después de una etapa depresiva y un itinerario artístico , cuya venta se destina a la lucha contra el cáncer, de una Araceli que empezó su formación en el taller de Liliana Vázquez, luego en el de Rial, que de la pintura se pasó a la cerámica, luego al grabado e incluso al diseño de joyas en la Escuela de Joyería del Atlántico. ¡Fuerza Araceli!