Cuatro Cosas

Vaya, fratres, lo que faltaba. Resulta que lo del COVID va a más en cantidad, aunque –gracias a las vacunas– no en gravedad, al menos de momento, va Sanidade y abre la mano en lo de las incompatibilidades. Hace unos pocos años, una conselleira decidió que a los 65 años todo quisque con título de Medicina tenía que jubilarse a puro oeuf. Obligó a los/as tituladas/os que tenían permiso para seguir hasta los setenta a renunciar e irse. Después la cesaron. Pero tarde. ¿Eh?

Esa fue una de las causas del cirio y escasez que hoy parece ya una epidemia. Antes, cuando Felipe, se regularon incompatibilidades para trabajar en la pública y la privada a la vez, pero a la hora de los conciertos del Sergas, la cosa no pasó de la teoría. Ahora, en plena crisis sanitaria, resulta no solo que la compatibilidad se va a autorizar –se supone que no en coincidencia horaria, aunque nunca se sabe– y los autorizados, además, reclaman otras prebendas. Ojo...

Verbigratia: que no se les elimine el plus de exclusividad en la pública, que manda caralho. Alegan, parece, argumentos que suenan a chiste. Con ese panorama, avecilla advierte que el FSP –Frente Sanitario Psoeciata–, hasta ahora el más influyente en ese terreno, se prepara para que de cara a los idus de mayo, en la Consellería tengan que agotar el depósito de tranquilizantes por las que le van a necesitar. Y lo peor; en vez de resolver el problema, lo agravarán. Uf.

Por cierto, la previsible protesta contará con la participación activa de los nacionatas: el BNG crece en el mundo hospitalario como en las encuestas. Hay quien habla de Pontonismo más que de otra cosa, lo que podría generar roces. Y, mientras, los del equipo médico habitual siguen sus paseos por los cerros de Úbeda. De ahí que el pajarillo cantor volviera a preguntar por lo de posibles cambios en la Xunta con respuesta de lo más enxebre: “depende”. ¿Capisci...?

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