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Alberto González-Garcés Santiso

La Conferencia sobre el Cambio Climático de 2022

En estos días, del 6 al 18 de noviembre, se está celebrando en Sharm el Sheij, Egipto, la Conferencia Anual sobre el Cambio Climático. Está siendo una conferencia de transición, ya que la verdaderamente importante se desarrollará en 2023, que es cuando se revisará el Acuerdo de París.

Como es bastante bien conocido, en 2015 se hizo una gran conferencia sobre el clima en la que se firmó el Acuerdo de París. En él, entre otras cosas, las partes firmantes, entre ellas España, se comprometieron a “mantener el aumento de la temperatura mundial muy por debajo de 2º C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de temperaturas a 1,5º C respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y efectos del cambio climático…”.

Pero, ¿cuáles son los “niveles preindustriales” a los que se refiere este acuerdo? Se eligió como “período preindustrial” de referencia el período 1850-1900 debido a que se dispone de buenos datos del clima de esta época y que, a partir de 1900, se produjo un fuerte desarrollo industrial en todo el mundo. Así que las comparaciones se hacen con respecto a la media de temperaturas mundiales del período 1850-1900.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM), considera que la temperatura media mundial en ese período 1850-1900 fue de unos 13,7º C. La misma OMM considera que en 2021 la temperatura media mundial fue de unos 14,8º C, es decir, que en 2021 la temperatura media mundial estuvo aproximadamente 1,1º C por encima de la media de las temperaturas del periodo preindustrial.

“Mucho trabajo por hacer y solo un año por delante; ojalá que el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático sea bueno y convincente”

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La OMM también considera que, si no se toman medidas, es probable que la temperatura media mundial ascienda los 1,5º C muy próximamente, entre los años 2030 y 2052. También considera muy posible que el aumento pueda llegar a ser de 2,5º C a finales de este siglo. Estamos hablando de aumentos muy serios, pero sobre todo, muy rápidos.

Todos sabemos que el “efecto invernadero” es, en principio, muy beneficioso para la vida en la Tierra. Si no hubiese ese efecto de retención de calor la temperatura media en la Tierra sería de unos 18º C bajo cero. Pero el problema es el exceso. Actualmente se están emitiendo a la atmósfera cantidades excesivas de gases con efecto invernadero, fundamentalmente CO2 (responsable del 66% del calentamiento global) y metano (responsable del 16% del calentamiento global). Por ello el Acuerdo de París también dice que “las partes se proponen lograr que las emisiones mundiales de gases efecto invernadero alcancen su punto máximo lo antes posible, teniendo en cuenta que las partes que son países en desarrollo tardarán más en lograrlo, y a partir de ese momento reducir rápidamente las emisiones de efecto invernadero de conformidad con la información científica disponible”.

Esto es todo un reto que se analiza y discute todos los años. Estos días en Sharm el Sheij los ministros responsables ya han dicho que “estamos muy lejos de que el mundo se mantenga por debajo de los objetivos de temperaturas del Acuerdo de París", pero no han ido más lejos. Como comentaba al principio de este artículo, la gran discusión sobre si se ha avanzado, y cuanto, gracias al Acuerdo de París, y qué medidas complementarias deberán tomarse, en caso de que sea necesario, se va a hacer el próximo año, 2023.

Para ello el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) está terminando de redactar su informe de síntesis sobre la situación basándose en los informes de sus tres grupos científicos de trabajo: bases físicas del cambio climático (GT1); impactos, adaptaciones y vulnerabilidad al cambio climático (GT2) y mitigación del cambio climático (GT3). Además contará con el informe del grupo de trabajo especial, que en inglés denominan “task force”, que tiene como misión hacer los inventarios nacionales de emisión de gases de efecto invernadero.

Mucho trabajo por hacer y solamente un año por delante. Ojalá que el informe de síntesis del IPCC sea lo suficientemente bueno y convincente, y que los decisores tengan la voluntad y la fortaleza de tomar las decisiones adecuadas.

*Instituto de Estudios Vigueses

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