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Ceferino de Blas.

El “Magallanes”

Los grandes acontecimientos se recuerdan por los personajes que los protagonizan, y la primera vuelta mundo de la que mañana se celebran 500 años, tras el arribo de la nave “Victoria” a Sanlúcar de Barrameda, evoca los nombres de Magallanes y Elcano.

Vigo, ciudad marítima, fue sensible a esta epopeya que los historiadores consideran el comienzo de uno de los fenómenos más importantes como es la globalización, y puso a una de sus calles el nombre de Fernando de Magallanes, a principio del pasado siglo.

Por eso aquel épico acontecimiento no es ajeno a esta ciudad, ya que además de figurar en la expedición el vigués, Gonzalo de Vigo, lo revive en su calle el nombre de quien la comandó.

También era recordado por los barcos que frecuentaban el puerto. Hubo dos con el nombre de “Magallanes”. El primero, propiedad del Marqués de Campo, el mayor financiero que hubo en España, que en los años ochenta del siglo XIX hacía travesías a EE UU y Filipinas en sus buques correos. En 1883 viajó desde Vigo a Nueva York en el “Magallanes” la escritora norteamericana Rhoda White y un nieto.

"El 'Magallanes' era el buque más prestigioso de la Compañía Transatlántica y el preferido para realizar esta travesía hasta Nueva York y La Habana"

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Aunque el que aún retiene la memoria de los veteranos es el de la Transmediterránea, que navegaba a América del Sur y del Norte.

No era el único que atracaba en Nueva York, ya que también lo hacían el “Marqués de Comillas”, el “American Packer” o el “Highland Chieftain”, de la Mala Real Inglesa, que tenía escalas en Las Palmas, Lisboa y Vigo, donde embarcaba pasajeros para Londres. Y otros buques, porque Vigo era entonces la gran terminal trasatlántica, cuando predominaba el transporte marítimo. Los viajes en avión no empezarán a generalizarse hasta avanzados los años sesenta.

La procedencia y los puertos con escalas –en España el “Magallanes” tenía éstas: Bilbao, Vigo, Cádiz, Tenerife–, que tocaban estos trasatlánticos eran diferentes, según las compañías a los que pertenecían y los países a donde se dirigían.

Además del mayoritario pasaje de emigrantes que iban por razones de trabajo también viajaban personalidades de la economía, de la cultura y de la política.

El “Magallanes” era el buque más prestigioso de la Compañía Transatlántica y el preferido para realizar esta travesía, que concluía en Nueva York y La Habana.

He aquí el embarque de uno de sus viajes, el que realizó desde Vigo el 7 de septiembre de 1947, es decir, hace 75 años.

Procedía de Bilbao y transportaba 218 pasajeros y 500 toneladas de carga general. En Vigo embarcó 123 pasajeros, 85 toneladas de carga, 4 automóviles, 60 sacas de correspondencia y 60 paquetes postales.

La correspondencia en aquella época era vital, por ser el único lazo de unión entre los cientos de miles de emigrantes españoles y sus familias. Desde Vigo también se expedían valijas diplomáticas para las diferentes embajadas americanas.

Entre el pasaje en tránsito de aquella escala del “Magallanes” figuraban: el escritor mejicano Alfonso Junco; el príncipe Maximiliano José de Holden Leg, que se dirigía a México; el escultor Josép Cañas, con un grupo de esculturas para exponer en San Francisco; el multimillonario y filántropo, Jaime del Amo –que da nombre a un famoso Colegio Mayor Universitario–, y el entrenador de fútbol del Club Puebla, Manuel López “Travieso”, que regresaba a México. También viajaban una hija y una nieta del expresidente de Mexico, Plutarco Elías Calles, fundador del PRI y uno de los políticos más influyentes de su país.

(En la Wikipedia se comprueba que son todos personajes destacados).

Entre el pasaje se encontraba un grupo de industriales alicantinos que se proponían difundir la industria del turrón español en Cuba y otro de técnicos vascos que acudían a la exposición de Chicago.

Actualmente Vigo, como viene ocurriendo desde la segunda decena del siglo XX, es el destino de grandes cruceros que descargan a las 8 de la mañana a miles de turistas que a las 6 de la tarde vuelven a embarcar y desaparecen. Sin periodicidad.

"Había sido la joya de la marina mercante española, tras ser botado en 1926 y amadrinado por la reina Victoria Eugenia"

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Entonces proliferaban los trasatlánticos de líneas regulares que cubrían las escalas oceánicas con pasajeros y con carga. El “Magallanes” solía estar una vez al mes en Vigo, entre la ida y vuelta. Había sido la joya de la marina mercante española, tras ser botado en 1926 y amadrinado por la reina Victoria Eugenia. Permaneció activo hasta octubre de 1953, en que atracó en Bilbao para someterse a una modernización que nunca llegó. Fue desguazado cuatro años después.

Como a su antecesor le habían puesto el nombre para rememorar la hazaña de la primera vuelta al mundo, en la que Fernando de Magallanes murió en 1521, en la batalla de Mactán, y le sucedió al frente de la expedición Juan Sebastián Elcano, al que recuerda el famoso buque escuela que todos los años llega a Marín, y a veces visita Vigo, tras navegar todos los mares.

Mañana, día 6 de septiembre, se cumple el V Centenario de aquel épico acontecimiento, que rememoran los nombres de sus protagonistas. Vigo quiso hacerlo en 1904 cuando incluyó en su callejero la rúa Magallanes, que comunica Urzáiz con María Berdiales.

Por cierto, el aniversario es un buen momento para que se limpie el cúmulo de pintadas con que los grafiteros han emborronado las paredes y los cristales de los comercios cerrados de la calle. Produce la sensación de estar desatendida, y no lo merece.

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