Hay diferentes modos de acceder a los estudios universitarios: la selectividad, cursando un ciclo formativo de grado superior, o a través de las convocatorias de mayores de 25 y 45 años. Si bien estas dos últimas opciones utilizan la edad como discriminación positiva para adquirir una formación de grado universitario, la resultante es intergeneracional ya que las personas que ingresan lo harán en un aula en la que, en el día a día, la edad de sus alumnos pasa a ser algo puramente anecdótico. Los estudios de postgrado son incluso más plurales desde el punto de vista etario ya que, tanto en los máster como en los doctorados coinciden grupos muy heterogéneos y con intereses diversos tales como la habilitación para una carrera profesional o simplemente la obtención de conocimiento.

El acceso para mayores 45 años lleva asociada una intencionalidad relacionada con la oportunidad de facilitar el inicio de una formación universitaria en la madurez para darle un empujón al currículum y poder prosperar a nivel laboral pero, aunque cubre el espectro entre 45 y más, es decir hasta el infinito, parece que esa oportunidad queda en el olvido o en la falta de interés de las personas jubiladas, convirtiéndose en una opción poco frecuentada por este colectivo al que se le oferta y promociona otra posibilidad no reglamentaria y muy específica, denominada Universidad de Mayores o con el marchamo académico de Cuarto Ciclo. La matrícula en estos estudios discurre por otro canal pues se trata de un espacio en el que su ingreso no posibilita el acceso a la formación reglada oficial. No está nada mal que la universidad ofrezca a la sociedad la posibilidad de acceder a una serie de temáticas y conferencias de interés de forma continuada, pero no logro entender por qué esta iniciativa tiene que llevar asociada una componente etaria que limita el acceso a ese Cuarto Ciclo de personas de edad inferior a los 50 años de modo que, pese a que puedan estar interesadas en participar en el programa, no lo podrán hacer por no cumplir el requisito selectivo de la edad.

Esta limitación produce que este grupo de estudiantes si tenga una componente etaria determinada y, aunque puedan acceder puntualmente a aulas comunes con estudiantes de grado, la filosofía de partida para la conformación de este colectivo no es intergeneracional, por ello no estaría de más que, a este Cuarto Ciclo, en principio no diseñado como vía de acceso para hacer una carrera académica oficial, pudiera optar cualquier persona mayor de dieciocho años con ganas de participar en actividades universitarias formativas, lúdicas… de modo que ese ciclo llegara a convertirse en una especie espacio Inter-Campus -por lo de intergeneracional-, que incluyera esta acepción en su esencia y denominación.

Digo esto porque, ya jubilado, el año anterior al inicio de la pandemia, cursé un máster oficial de filosofía en la USC. Como es lógico tanto en el aula como en los recesos me relacionaba con compañeros y compañeras de todo el espectro de edades. Simultáneamente, en la misma facultad, se impartían clases de Cuarto Ciclo y, el alumnado entraba en un aula en la que normalmente el más joven era el profesor y en las paradas de clase nunca les vi interaccionar con los alumnos de generaciones posteriores. Su relación se hacía de forma endogámica entre su grupo. No sé si sucede habitualmente o se trata de un caso aislado, pero creo que si el Cuarto Ciclo estuviera abierto a la sociedad en general a lo mejor podría convertirse en un espacio intergeneracional de referencia. Seguro que los alumnos más jóvenes tendrían mucho que aprender de los mayores y al revés. Porque pillar un colega de otra edad para estar al día en tiempo presente, pero también con conocimiento pretérito y con una mirada al futuro no es ninguna tontería. No seré yo quien diga que la formación de Cuarto Ciclo no es maravillosa, todo lo contrario, he visto como muchas personas disfrutan de lo lindo tanto por el contenido de los cursos, como por las relaciones sociales que se establecen entre compañeros, pero si se le diera la oportunidad de hacerla intergeneracional seguro que sería la caña.