No hay que ser un experto en economía para saber que en el ámbito laboral y, por ende, en el mundo comercial todo discurre en base a la dicotomía de la oferta y la demanda. Dos conceptos que se solapan y complementan mutuamente. Pues bien, desde hace ya un tiempo, vemos como en el ámbito académico se ha incrementado de una forma desmesurada la demanda por parte de los jóvenes de las carreras universitarias, en detrimento de la FP, que poco a poco se ha ido desdeñando y desprestigiando, de manera incomprensible. Así, día a día, comprobamos y sufrimos personalmente, la falta de especialistas en el mundo laboral, de los que se conocen como oficios y servicios tradicionales: fontaneros, electricistas, carpinteros o cerrajeros. Sirva de ejemplo el caso que me acaeció hace unos días: me quedaron las llaves dentro de casa y tuve que llamar a un especialista, quien después de terminar los muchos compromisos, me solucionó el problema en diez minutos, es decir, con una eficiencia inestimable para ambos, ya que, si bien por mi parte quedé servido, sus honorarios para nada tuvieron que envidiar a la minuta de un letrado. Por tanto, se llega a la conclusión de que el paro existente en España, es más ficticio que otra cosa, porque a la vista de la lista de espera que tienes que padecer para ser atendido por estas profesiones, está claro que lo que existe es una incoherencia entre la demanda de trabajo y oferta de estos especialistas. Por lo tanto, sea bienvenida la política educativa que, tanto en el ámbito estatal como comunitario, se está llevando a cabo, para incentivar la FP, como alternativa a las carreras universitarias.