Los indultos supondrían un salto cualitativo respecto a lo que ha defendido el PSOE desde la Transición. Los argumentos que ha esgrimido, por ejemplo, el expresidente Felipe González, son muy claros. No se puede conceder una medida de gracia a quienes no están arrepentidos, la rechazan y están empeñados en romper la unidad de España, que está en la base de nuestra Constitución. A esta voz se han sumado algunos varones regionales como el castellano-manchego García-Page y el extremeño Fernández Vara. Quizá haya llegado la hora de que los dirigentes regionales socialistas no se conformen con criticar esta propuesta de Sánchez con declaraciones y acuerden alguna otra medida dentro de un partido que parece encaminarse hacia la descomposición y la irrelevancia, tal como está ocurriendo con algunas formaciones socialdemócratas en otros países europeos.