Mutismo oficial sobre la comisión de investigación del convenio de Massó. El gobierno local de Cangas cerró filas y bocas y, aunque parezca mentira, hay que investigar para saber cuándo y a qué hora se reúnen sus miembros, todavía sin saber cuál es el fin que se persigue con estas reuniones. Pero este silencio no es caprichoso. Que no les extrañe si hubo arrepentimientos y se anunció mal la comisión, que mejor hubiese tenido como fin no el convenio entre Concello y Frigoríficos, sino entre Concello y Residencial Marina Atlántica, que después estuvo participada por Caixanova. Tal vez por eso se impone en el gobierno una ley del silencio y se urja a que termine la misma antes del mandato. Y en un absurdo se manifiesta que se van a hacer públicas la conclusiones de la comisión, no el contenido de la misma. ¿Y para qué se levanta acta?