La culpa la tuvo mi amigo José Magaz, copropietario con su hermano Suso del asador Soriano en Bembrive y de El Corcho en la viguesa Plaza de Compostela. Un día le dije comiendo: "Tú mándame a mi Whatsapp información de las jornadas culinarias que tengan interés". Y, claro, un día me aparecen, allá por febrero, las "Jornadas Gastronómicas Asturianas". Ayer mismo, me proponía para hoy en El Corcho una cena maridaje con carpaccio de gamba roja, rabas de calamar, pulpo a la plancha y arroz de marisco, cada una con un vino; después, me manda orgulloso y con razón, fotos de unos chuletones de 2 kilos, 1,900, 1,600, que eran un espectáculo. Y yo, que iba en carretera de Vigo a Castilla, empecé a sentir que se me despertaba el instinto y....
En el Carlos V de Sanabria
Y me dije, bueno, no puedo ir al Soriano ni a El Corcho, que estoy en carretera. ¡Maldita sea! Pero tengo cerca Puebla de Sanabria. Le dije a mi conductora (yo prefiero choferesa): ¡Paramos en Puebla! Y a los 5 minutos estábamos en la Avenida de Braganza, 6, donde el monárquico nombre de un restaurante redondeó mi atracción fatal por su comida: el Carlos V. Nos sentamos en su terraza y llegó una sonriente y atenta camarera, que luego me enteré que era Mamen Sánchez, nacida en Salamanca. "Tráiganos un chuletón de esos de 800 gramos de su carta -le dije- y una ensalada mixta". Lo primero que hice para empatar fue enviar a Magaz una foto del chuletón sanabrés, que no era tan grande como los suyos ni de buey, pero era señor, y qué precio, 25 euros; después, el vino elegido, un toro Madremía, 13 euros. Magaz, sorprendido por el bajo precio, me contesta: "¡Madre mía!". La carne deliciosa, la ensalada fresca, nutriente, como la atención de Mamen. ¡Suerte, María José Garzón, dueña del Carlos V, segunda generación hostelera, te la mereces!
Los degustadores de anguilas
¡Ah, los encuentros en el camino! Mucho antes de llegar a Puebla, mi choferesa paró en la gasolinera de Ribadavia para repostar y tomar en su restaurante un vinito y una de sus empanadillas, o sea hacer camino. ¿Y a quién me encuentro en la puerta, apoyado en su coche y oteando el horizonte? Pues nada menos que al bienhumorado vigués Carlos Soto, que esperaba a otros coches de amigos a los que, cuando les vi llegar desde la penumbra de la cafetería e intercambiarse asientos, me evocaron un encuentro del Grupo de Bilderberg línea olívica. De un coche salió Paco Rivas, de otros el discreto Modesto Rodríguez (ex Fadesa), Miro Cuíña, Moncho Tapias, Toni Amor, Gilberto... ¡Hombre, yo no conocía ni vi a todos pero si le pregunto a Soto, siempre amable, me diría: "¿Qué Bilderberg? Amiguetes que vamos a tomarnos unas anguilas a casa de Amado, en Ribadavia".
El bloqueo sigue ahí, compai
Después de 57 anos, el presidente de Cuba ya no se apellida Castro, pero el bloqueo sigue ahí; ha desaparecido el Eje del Mal de George Bush, pero la isla deseada continúa recibiendo multas si quiere comprar equipo médico de última generación (un TAC, por ejemplo) El periodista Eddy E. Jiménez, autor de varios libros sobre información traducidos en todo el mundo, dará hoy jueves, a las 19.30, una charla sobre el momento de Cuba, en la Casa Galega da Cultura, invitado por la Asociación de Amizade Galego-Cubana Francisco Villamil.
