Hace unos días la Universidad de Vigo envió a cuatro jóvenes estudiantes del último curso de periodismo a hacerme una entrevista. No es la primera vez que tiene esa atención conmigo, pues hace unos dos años me hizo un pequeño homenaje entregándome una placa. Por la importancia de la institución, es, de todas las que tengo, la que más aprecio. En la entrevista con estos jóvenes futuros periodistas hablamos de la importancia de la prensa en la sociedad, donde un periodismo honrado ayuda a mejorar el país. Del mismo modo, una prensa errónea, fanática y de valores equivocados lo destruye, y, por supuesto, a sus gentes. El ejemplo lo tenemos en el caso de Goebbels, ministro de propaganda del dictador Hittler, cuyas doctrinas destruyeron al pueblo alemán de los años 40.
También hablamos de la prensa deportiva y como esta debe incitar a la juventud a descubrir los valores del deporte. Junto con las escuelas deben hacer comprender a los jóvenes que el deporte aporta beneficios, tanto en la salud física como en la mental; pues en la mente de un deportista sano afloran los valores de la nobleza. Un buen ejemplo lo tenemos en la historia protagonizada por el atleta alemán Luz Long y el estadounidense de color Owens. Otro día la contaré, pues en ella se impuso la nobleza a la rivalidad.
Con el deporte, los jóvenes también descubrirán los valores de la voluntad, el esfuerzo y un constante espíritu de superación. Son los mismos unos bienes muy necesarios a lo largo de la vida en la formación de la persona. Estos consejos acompañan al retrato de un atleta de la antigua Grecia, el mismo que regalo a amigos deportistas.
También hablamos de la actual prensa y medios de comunicación, quienes hicieron del fútbol el deporte rey. Es un bonito espectáculo, pero está perdiendo la parte deportiva. Creo que debido a la excesiva divulgación prestada por la prensa, la radio y la televisión, quienes dedican el 90% de su espacio al fútbol y el 10% restante a las demás especialidades deportivas, las cuales son muchas, se ha causado una desigualdad que le interesa a los medios de comunicación por los enormes beneficios generados por el fútbol. En el mismo ya vemos a los chinos olfateando para meterle las garras al pastel del dinero comprando equipos de fútbol.
Rebuscando en los valores equivocados del deporte también encontramos a algunos padres intentando hacer de su hijo un fenómeno del fútbol como Messi o Ronaldo. Yo tengo tres nietos, dos de ellos mayores y con sus carreras académicas terminadas. Sinceramente, prefiero eso y no un crack del fútbol.
Hará un mes un valiente y honrado periodista puso en la prensa estas declaraciones de un futbolista vasco de la Selección Nacional: "me gusta el deporte, pero no la parafernalia del fútbol". Con esta frase también terminé la entrevista que aquellos cuatro jóvenes me hicieron. Ojalá salgan unos buenos periodistas por el bien de ellos y del país.
