Comentar sobre la importancia del sector del automóvil no es nada nuevo, pero comentar sobre lo que representa para Galicia la existencia de una fábrica de automóviles como PSA y el conjunto de empresas suministradoras de bienes y servicios que giran a su alrededor constituye un necesario recordatorio del impacto económico negativo que supondría el que este sector disminuyera de intensidad su presencia en Vigo y en Galicia.

Lo digo porque el avance de ésta industria ha supuesto la creación de unos 20.000 puestos de trabajos directos, con una facturación de 7.000 millones de euros que representan casi el 30% de las exportaciones de Galicia y que ha inducido la existencia de un centenar de empresas suministradoras que venden a PSA entorno a un 60% de lo que producen.

Alguien ha dicho que si PSA tose, Galicia tiene gripe y Vigo pulmonía, y dado que he entrado en la metáfora médica, está desarrollándose una epidemia que si bien viene del otro lado del Atlántico, trae virus muy dañinos para las economías que tienen en el comercio exterior una de sus bazas de desarrollo económico. Es curioso contemplar que un país como los Estados Unidos propulsor nato del capitalismo internacional, creador de la deslocalización en búsqueda de mercados y de costes baratos, aparezca ahora como el adalid de los aranceles, cierre de fronteras y volver su economía al interior.

Con el eclipse de los combustibles fósiles y el empuje que está teniendo los automóviles propulsados por electricidad, híbridos o nuevas posibilidades energéticas, la industria del automóvil tiene muchas posibilidades de representar aún más de lo que ya lo hace en la economía, solamente con pensar en los millones de coches que se fabricarán para sustituir a los millones de vehículos obsoletos actuales, confirma la tendencia.

No quiero ser mal pensado, pero parece que estos movimientos del nuevo presidente americano parecen orientados a recuperar las riendas de lo que tienen que ser los vehículos del futuro, pero esto dada la evolución de la globalización quizás ya llegue tarde y no creo que sea factible vacunar volviendo a sus territorios, a los aranceles y a las barreras técnicas. Si lo hacen van a tener problemas para vender sus propios productos en el resto del mundo.

*Economista