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Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

Los síntomas

Resulta posible, vistos los últimos acontecimientos de la política -la de aquí y la de allá-, que cualquier indicio de crisis internas en los partidos se imputen a intrigas externas. Y, como siempre, hay crédulos que meten en el lío a los media y sus presuntos intereses: el último, aunque hay más, el de Pedro Sánchez al relatar su versión de los incidentes en el PSOE.

Pero existen, los líos, y no necesitan buscar fuera sus motivos. Y de ellos forman parte las decisiones colegiadas y las filtraciones interesadas, sobre todo cuando lo que está en juego es el dominio de las organizaciones y estas tienen poca cimentación o la unidad cosida con alfileres. Como el caso de En Marea y/o dentro de Podemos, donde aún dura su batalla inaugural por el liderato gallego y además se notan las tensiones que vienen de Madrid.

Algunos analistas no adscritos van más lejos y en vez de hablar de "indicios" de crisis lo hacen de "síntomas", entendiéndolos como prólogo de una enfermedad que podría acabar con la disolución del partido instrumental que Podemos escogió para potenciarse en Galicia; y que fracasó, aunque haya quien quiera matizarlo. Y desde luego los casos de Villares y Carmen Santos apuntan a que los síntomas son ya frecuentes e indican una refriega notable.

Con todo ello, los únicos satisfechos son los integrantes del PP, que no solo disponen de mayoría absoluta parlamentaria, sino que contemplan cómo se van desperdigando sus adversarios y así se reduce también el control en la Cámara, aunque aumente el riesgo de que usen las calles.

Y no es una mera hipótesis mal intencionada. Que la dirección central de Podemos, ahora con el refuerzo de la inaudita actitud de Pedro Sánchez -que alaba como "hermanos de la izquierda" a los discípulos de Pablo Iglesias pese a que le privaron de la Presidencia del Gobierno- parece haber optado por la calle como vía alternativa hacia el poder, es un hecho. Y que pretenden deslegitimar al Parlamento y al Gobierno nacido de él, también. Y eso es atentar contra la democracia; un intento de golpe, pero en serio y no como lo describió la indocumentada portavoz de En Marea en el Congreso.

Por eso se habla de la mejoría en la situación del PP, que ya no solo dispone de un bloque homogéneo, sino que cuenta con aliados -lo que nunca tuvo-, aunque sean inestables, y con la división de sus adversarios principales en mencheviques y bolcheviques, adaptados los conceptos a los tiempos modernos. Por eso cada vez son menos los que apuestan por una legislatura fugaz; por eso y porque ahora es Rajoy quien tiene la llave para convocar elecciones. ¿O no...?

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