Analizando el VI Festival de Música Tradicional, celebrado el 17 de mayo en el auditorio de la Semana Verde de Galicia, tengo que felicitar a la gran organizadora Rocío Mosquera, que es también una gran acordeonista. Pero lo que a mí me llama la atención es que, considerando el grandísimo nivel en estos músicos, incluso de la categoría de conservatorio, que no sean capaces de llevar a cabo un nuevo modelo de la música tradicional. En este tema creo que no se avanzó nada.
Incluso los cantos de taberna no se parecen en nada a lo que antiguamente se hacía. Y, por decir algo, el canto de taberna era coger un troz de pan de broa con mezcla de centeno en la artesa, y en el canizo donde se ahumaban los chorizos y en la alacena junto con el pan, se metía en los bolsillos y se llegaba a la taberna y pedías unos vinos, te ponías alegre y comenzabas a cantar. Esos son los auténticos cantos de taberna. Las canciones eran todas compuestas de oído, eso se ha perdido en la actualidad y se están escribiendo en el pentagrama de teoría de la música.
También me llama mucho la atención cuando se entra en el escenario, aparte de tocar o cantar, hacer algo de espectáculo, porque el público lo aprecia y lo pasa bien. Y un poco de "malabarismo" también con los instrumentos, bien sean panderetas, gaitas, acordeones u otro más. Porque la música es folclore, el que tenga habilidad para hacerlo.
En fin, también en nombre mío y de los componentes de mi grupo Carqueixas y sus acordeones que nos tocó cerrar el acto. Muchas fueron las felicitaciones que tuve cuando salí de allí, de lo que estoy muy agradecido. Por lo tanto, cada grupo tocó y cantó en su estilo y Carqueixas con el suyo. Pero es bien cierto que me gustaron todos.
Termino diciéndoles a estos gaiteros que empiezan y también a los profesores que la presión de aire en la gaita es muy necesaria. Un gaitero tocando la gaita en una carballeira y un buen tamborilero y un buen vino de O Ribeiro, hace bailar Galicia y al mundo entero.
*Miembro independiente del gobierno municipal del PSOE de Silleda