El Puerto de Marín sigue dándonos nuevas esperanzas de futuro. No hace muchas semanas, ante los números estadísticos de movimientos de mercancías del año 2015 y la realidad en que se ha convertido la empresa Nodosa, que ha dado un vuelco importantísimo a la antigua Factoría Naval, junto con otros aspectos, comentábamos que el recinto portuario, motor económico de la comarca, se hace fuerte en este momento de la dichosa crisis que nos acogota desde hace una década y de la que hay que salir sin pausa y con la prisa que sea posible. Ahora, la consolidación de la antigua Tradepana y la permanencia de Ence en Lourizán que es una gran promotora de movimiento portuario en ambos sentidos, podemos atisbar con mayor seguridad un brillante futuro para esta rada que tan mal lo ha pasado durante el último lustro. Los empresarios siguen apostando por nuestro puerto y se prevén ampliaciones sustanciales de las instalaciones que utilizan lo que generará mayor agilidad económica para una zona tan deprimida a la que, perdida en gran parte la pesca, si nos quitan estos recursos, difícil será que salgamos de semejante situación. O que nos expliquen muy clarito otras alternativas. A ver.
