Con la nueva Corporación ya constituida el reloj empieza su cuenta atrás. El 24-M los vigueses dieron a Abel Caballero un respaldo sin parangón en la historia local, una mayoría aplastante que le permitirá prescindir de pactos. Jamás un regidor gozó de un "regalo" similar; pero ese poder conlleva una responsabilidad de igual tamaño. Los más de 73.000 vigueses que depositaron su confianza en Caballero esperan un progreso durante los próximos años digno de esa mayoría holgada. No hay excusas.

Ayer, tras ser investido como regidor, el socialista reivindicó la necesidad de que Vigo ocupe "el lugar relevante que le corresponde" en Galicia. "Si la locomotora de Vigo tira, Galicia tira", enfatizó Caballero antes de tender la mano a Diputación, Xunta y Gobierno central. Para ellos el nuevo escenario "post 24-M" deja también responsabilidades y su propia lectura en Vigo. Tampoco en su caso hay excusas para omitirlas.