La semana nos deja con dos fallecimientos muy sentidos. El jueves rendía su larga vida tras 102 años en este mundo doña María Balado, viuda de José Cambeiro que también pasó del siglo de vida. Mujer vitalista donde las hubiera, aún hace unos meses soplaba las velas de la gran tarta del "Son de Marín" y se la podía ver en la calle donde conocía y saludaba a todos. Ayer sábado fue inhumado Cholo Briones y su muerte nos llena de congoja, no en vano fue durante su vida un músico de prestigio pero sobre todo popular, capaz de formar parte de bandas y orquestas; de fundar y dirigir la coral del Centro Social durante su primera época, o de hacer puro humor en los carnavales como miembro del "Xaranga-llo Manga-llo" o de la banda del "Enterro da Sardiña" y otros grupos. Colaborador con todo lo que hiciera falta, Cholo Briones deja profunda huella de amor a su pueblo y de amistad con todos los marinenses. Si las exequias fúnebres fueron ayer relevancia del pesar general, mañana se repetirá el duelo durante la misa que será en el Nuevo templo a las 6 de la tarde. D.E.P. y sea la resignación cristiana con ambas familias que sentirán de forma especial sus ausencias.