Entre sollozos, bajo los efectos de una profunda emoción, la pareja española de dobles que durante años han formado Carla Suárez y Garbiñe Muguruza se disolvió ayer al perder su partido del torneo olímpico de Tokio 2020 frente a las suizas Belinda Bencic y Viktorija Golubic, por 3-6, 6-1 y 11-9.

“Son muchas emociones. Yo lo he pasado muy mal, ella lo sabe. Teníamos muchas ganas de hacerlo bien. Hemos estado muchos años jugando juntas y este ha sido nuestro último partido y es una pena que acabara así, en esta ronda. Entiendo también lo que puede sentir ella”, afirmó una compungida Carla Suárez, que se retira del tenis esta temporada. A su lado Muguruza no era capaz de articular palabra. Solo lloraba y se apartaba de la escena para vivir ese dolor fuera del foco.

El tenis español se quedó sin representación en el cuadro femenino de dobles con la derrota de Garbiñe Muguruza y Carla Suárez y, casi simultáneamente, la de Paula Badosa y Sara Sorribes en los octavos de final.

La despedida de las primeras pone fin a la participación olímpica de Carla Suárez, que dice adiós esta temporada al circuito, al que regresó tras unos meses dedicados a tratarse un linfoma. En medio de esa lluvia de emociones, las dos jugadoras soñaban con encontrar su recompensa en el torneo olímpico. Pero no hubo manera. Era un final demasido bonito para la histora.

Tras hacerse con el primer parcial por 6-3 en 38 minutos sin verse nunca amenazadas, Muguruza y Suárez cedieron su primer servicio en la segunda manga. Bencic aumentó su agresividad en la red y Golunbic se hizo la dueña de los pasillos y desarbolaron la compenetración de las españolas. En el desempate, siempre electrizante porque se juega a solamente once puntos, en un “super tiebreak” pudo caer del lado de cualquiera y la suerte favoreció a las helvéticas, que se cruzarán en cuartos con las australianas Samanta Stosur y Ellen Pérez.

Al margen de la emoción vivida en el encuentro de dobles, Garbiñe Muguruza y Paula Badosa se clasificaron brillantemente para los cuartos de final del torneo femenino de los Juegos Olímpicos de Tokio, mientras que su compañera Sara Sorribes resultó eliminada.

Muguruza, séptima cabeza de serie en la capital japonesa, se deshizo con autoridad en dos sets (6-4, 6-1) de la belga Allyson van Uytvanck, verdugo en la anterior ronda de la checa Petra Kvitova y a la que, junto a Carla Suárez, también había cerrado el pase en el cuadro de dobles.

La de Caracas se mantiene de momento sólida en las pistas del Parque de Tenis Ariake, donde todavía no ha perdido ningún set. Tras superar su tercer partido individual, la exnúmero uno del mundo se encuentra a un partido de pelear por las medallas y lo intentará ante la kazaja Elena Rybakina, decimoquinta cabeza de serie que se deshizo de la australiana Donna Vekic (7-6, 6-4).

Además, el torneo vio perder este martes a la ídolo local, Naomi Osaka, eliminada con contundencia por la checa Marketa Vondrousova (6-1, 6-4). Tras el adiós de la japonesa, de la australiana Ashleigh Barty y la bielorrusa Aryna Sabalenka, las tres primeras cabezas de serie, las opciones de Muguruza pueden aumentar. La japonesa volvió a vivir uno de sus episodios de ansiedad y cayó eliminada. Los fantasmas que la persiguen son cada vez más grandes.

Muguruza no estará sola en este intento por ganar una medalla olímpica ya que también se clasificó para la antepenúltima ronda la catalana Paola Badosa, que siguió igual de firme en la capital japonesa ante la argentina Nadia Podoroska, a la que derrotó en dos sets por 6-2, 6-4. En cambio, no tuvo tanta suerte Sara Sorribes, que vio frenado de forma contundente su andadura por la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, decimotercera favorita en la capital japonesa y que se impuso claramente por 6-1, 6-3.