En su cuarta participación olímpica Teresa Portela por fin podrá remar en su prueba favorita, el K-1 sobre 200 metros, una distancia en la que fue dos veces campeona del mundo, en 1999 y en 2005. "Es la primera vez que los 200 metros es una distancia olímpica. Me gusta mucho, y poder competir en una distancia que me gusta es doblemente motivador. Son mis cuartos Juegos y voy muy contenta de poder participar una vez más", indicó la palista canguesa, la más veterana del equipo español de piragüismo.

Portela, que suma más de 30 medallas entre Europeos y Mundiales, también sabe lo que es conseguir un diploma en una cita olímpica. En Atenas fue quinta en el K-2 sobre 500 metros, y también el en K-4. Ya en Pekín 2008, la canguesa repitió la quinta plaza en el K-4 500 y cayó en la semifinal de K-1 500, en la que era su primera experiencia en solitario en una cita olímpica.

Subirse al podio en unos Juegos Olímpicos es lo único que le falta a Teresa Portela para adornar su impresionante currículum. En Londres intentará un nuevo asalto en la que siempre ha sido su distancia favorita. "Estos Juegos son especiales porque remaré en los 200 metros, prueba que siempre me ha gustado y he disfrutado haciéndola", confiesa la canguesa. Era casi una niña cuando se proclamó campeona del mundo por vez primera en la distancia. Tenía solo 17 años e irrumpió en la élite mundial en una prueba más explosiva del kayak femenino. En 2005 repitió su gesta y, por medio, en 2002, 2004 y 2006, se hizo con la corona continental.

Le faltaba vivir esa experiencia en una cita olímpica. Hasta ahora siempre había formado parte de una tripulación, en el K-4 o en el K-2. Pekín le dio la oportunidad de competir en el K-1, pero sobre la distancia de 500 metros. Llegó a la semifinal, pero le hizo convencerse a sí misma de que quería seguir progresando en esta embarcación.

Ahora llega a Londres con el reto de alcanzar la final. Será el primer paso que le conceda la licencia para soñar con dar la sorpresa. La experiencia puede ser un punto a su favor. La palista del Club Ría de Aldán, que todavía saborea la alegría de la medalla de plata cosechada el miércoles por David Cal, su compañero de club, en el C-1 sobre 1.000 metros, remará con la calle 6 de la segunda serie eliminatoria, a partir de las 11.12 horas.

Sus rivales serán la iraní Arezou Moghaddam, la china Yu Zhou, la británica Jess Walker, la polaca Marta Walczykievicz, la cubana Darisleydis Amador y la serbia Nikolina Moldovan. El objetivo para la canguesa es situarse entre las 6 primeras que logran el pase a las semifinales, que serán a partir de las 12.30 horas.

"Hay distancias mínimas entre unas rivales y otras. Lo que hace falta es estar al cien por cien y tener suerte, o por lo menos no tener mala suerte. Hay muchas chicas muy buenas como la representante húngara, la neozelandesa o la polaca", explicó Portela, que en Londres no estará sola. Su marido, el canoísta David Mascato, que también fue olímipico junto a Fredi Bea en el C-2, estará en la capital londinense para darle todo su apoyo.

Portela logró su clasificación para Londres en el Mundial de Hungría 2011, al ganar la final B. Pero el Comité Técnico de la Federación indicó que la canguesa debía pasar un nuevo test en laCopa de España, que se disputó en Verducido. Ella, acostumbrada a vivir con la presión de competición, no falló. Ganó en la pista pontevedresa y se sacó el billete para Londres con licencia incluso para soñar.

En la jornada de hoy entran en acción otros dos palistas españoles. El catalán Saúl Craviotto, que ganó el oro junto al cangués Carlos Pérez en el K-2 500 de Pekín, remará esta vez en solitario, en el K-1 200. También compite el mallorquín Sete Benavides en el C-1 200.