Como no podía ser de otra forma, la aparición del alcalde más mediático de España este lunes en El Hormiguero hizo correr ríos de bits en las redes sociales. Abel Caballero participaba por primera vez en el programa de Antena 3 conducido por Pablo Motos y no dejó indiferente a nadie, consiguiendo un 15,4% de share y congregando frente al televisor a 2.529.000 personas. Y aunque no consiguió superar la audiencia que convocó hace dos semanas la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sí llevó a Vigo a la cima de los 'trending topic'.

Tuiteros de todas las edades se animaron a comentar el programa, convirtiendo el hashtag #VigoEH en tendencia durante buena parte de la noche. Cientos de tuits de todo signo entre los que predominaron aquellos favorables a Abel, tanto por sus respuestas a Motos como por su gestión como alcalde de la ciudad olívica.

"Gran showman y gran político", "coherente" o "fenómeno" fueron algunos de los halagos que se llevó el regidor, quien en uno de los comentarios más aplaudidos, dijo que no quiere una foto con Feijóo. Todo en una noche en la que varios usuarios de las redes decidieron desempolvar las imágenes que tienen con el alcalde olívico o contar su propia experiencia sobre las políticas que ha llevado a cabo desde que llegó al Concello.

Sin perder ripio de la entrevista, los tuiteros también opinaron que Motos se llevó varios 'zasca' de Caballero, en cuestiones como el feminismo o la opinión que le merecía Yolanda Díaz. Además, al carro del 'trending topic' se subieron marcas comerciales como Telepizza o Fini y hubo incluso quien le aconsejó comercializar el licor café 'Amado Líder'

No faltaron quienes expresaron su intención de visitar Vigo después de escuchar al alcalde o los que manifestaron su anhelo de tener un alcalde como él en su propia ciudad.

Por supuesto, también hubo múltiples comentarios negativos. Se le tachó de "egocéntrico", "populista", "mentiroso", "cacique", "friki" e incluso "susanista", y hubo alusiones a la situación del astillero Barreras o a la pobreza energética que afecta a 4,5 millones de españoles, en contraposición con la ostentación lumínica de Vigo de la que hace gala Caballero en cada una de sus intervenciones públicas.

Eso sí, tras cientos de halagos y críticos, lo que no se le escapó a nadie es el amor que le tiene el alcalde a Vigo.