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'Secret Story': dos concursantes reciben una sanción disciplinaria

El duelo entre Cristina y Fiama en la sala de expulsiones se lo llevó la periodista, que sin embargo vuelve a estar nominada con otros cinco participantes

'Secret Story': dos concursantes reciben una sanción disciplinariaTelecinco

Dos llamadas de teléfono, dos sanciones disciplinarias por incumplir las normas y seis nominados. Estas cifras resumen lo ocurrido en la última gala del 'reality' estrella de Telecinco que se emitió durante la tarde-noche del pasado jueves. El programa cumplió su guión casi hasta el final, pero la organización 'pilló' a dos concursantes haciendo trampas en el juego de inmunidad, y tras revisar las imágenes del momento, éstos fueron sancionados con sendas nominaciones casi al límite del cierre del 'reality'.

Sanción disciplinaria

"Cada uno cogerá al azar una bola que contiene un numero, os pondréis en orden con una tarta y el número 1 empezará estampándose a la persona que quiera, que quedará eliminada, luego le tocará al siguiente número y así hasta que quede una persona que no reciba tartazo, esta persona ganará la inmunidad". Así planteaba Jorge Javier Vázquez el juego por el que los participantes lucharían por la inmunidad de cara a las nominaciones.

El juego transcurrió con normalidad y tras muchos tartazos de unos a otros, Canales Rivera se convertía en ganador e inmune. En el otro lado de la moneda estaba Luca Onestini, que estrenaba el elenco de nominados, tras la elección directa de Fiama y Canales. A él se unieron, una vez realizadas las votaciones de cada participante Cristina Porta y Emmy Russ. Pero el grupo aún no estaba cerrado para sorpresa de todos, incluido del conductor de la gala.

Para lanzar las tartas se celebró un sorteo previo que dirimiría el orden de participación de cada concursante, y según aseguró Jorge Javier Vázquez, "Cynthia y canales han intercambiado las bolas del sorteo", algo que podría haber alterado el resultado final. Mientras se mostraban las imágenes de la trampa que se hizo a escondidas, la organización tomó la decisión de sancionarles por "un incumplimiento grave de las normas". "Recibo ordenes de dirección, era importantísimo el orden, el que empieza tiene más posibilidades de ganar, por eso hemos hecho un sorteo al azar. Habéis incumplido las normas y la dirección considera que debéis estar nominados los dos"

Jarro de agua fría para Canales Rivera que intentó justificarse: "Cuando Cynthia se pone a mi lado yo tengo el numero 1 y a mi por el contencioso que tengo con ella no me apetecía darle el tartazo y yo se lo cambio". Cynthia alegó despiste, en su versión de los hechos: "No sabía la bola que tenía, venía del baño, me ha dado la bola Jesús porque yo estaba perdida".

El programa tuvo sus momentos de polémica, juego, diversión, y secretos desvelados. En este último apartado, Luca se llevaría el gato al agua ante los Gemeliers. El italiano consideró que el secreto con el que el dúo de cantantes acudió al programa era la futura herencia de un marquesado, y acertó. Las cuatro bolas de Dani y Jesús pasarían a ser propiedad del mayor de los Onestini, que ya tenía tres en su poder. Y aunque, de momento, se quedaron a cero en el número de posibilidades de lograr esos 50.000 euros que se encuentran en alguna de las bolas en juego, uno de los gemelos recibiría una gran sorpresa que paliaría ese revés.

Las llamadas de teléfono

Y es que el programa también tuvo su dosis de emoción y lágrimas cuando la novia de Dani, Vanessa, le llamó por teléfono en directo para apoyarle, después de que él confesara estos días que la echaba mucho en falta, hablando de ella entre lágrimas. "Cada noche acaricio nuestro pendiente, no te quiero ver mal Daniel, quiero que disfrutes que te rías, que lo pases bien...", le confesó Vanessa.

Algo parecido ocurrió con Adara, aunque en su caso fue su ya expareja Rodri el que le daría la sorpresa de llamarla en directo, después de que ella confesara entre lágrimas lo mucho que le quería, a pesar de no estar juntos. Cuando la concursante descubrió que su ex la había llamado, se quedó sin palabras. Lo primero que se le ocurrió preguntarle fue si estaba "enfadado" por haber hablado de él dentro de la casa. Rodri enseguida la tranquilizó.  "Todo es que está todo perfecto y no tienes que preocuparte por eso. No me gusta hablar de nosotros pero no puedes estar mal. Tienes que estar feliz, contenta. Hemos vivido un montón de cosas buenas, otras no tanto, pero lo hemos vivido y es importante", le dijo. 

Adara, sin poder contener las lágrimas, le pidió disculpas por mencionarle durante la convivencia dentro de la casa. "Discúlpame porque hable de ti. Es que es muy difícil para mí", insistió la madirleña, rota. Pero su ex le animó a expresar las cosas tal cual las sienta sin pedirle permiso a nadie y sin miedo. 

Aún en shock y una vez terminada la llamada en la que ambos expresaron que aún se querían, Adara explicó a Jorge Javier el por qué no pueden estar juntos. "Yo le amo con todo mi corazón. Con todas mis fuerzas pero no puede ser. Y siento mucha rabia todos los días porque pienso 'por qué'. Él quiere unas cosas. Está en otro momento de la vida. Yo quiero otras y no se puede forzar", decía. "Yo quiero construir una familia, vivir con esa persona, más adelante tener otro hijo... Yo notaba que él no estaba preparado", confesó. El presentador intentó consolarle y le animó a pensar que, tal vez, la vida les vuelva a reunir en otro momento. 

Fiama, expulsada

En el duelo entre Cristina y Fiama, una vez que Luca y Cynthia lograran evitar la sala de expulsión el pasado martes gracias a los votos del público, se cumplieron las previsiones de habitantes y colaboradores. Finalmente, sería la canaria la elegida por la audiencia para poner punto y final a su concurso.

Otra de los momentos del programa fue la visita del exconcursante Miguel Frigenti a la casa de la que ningún habitante se dio cuenta. El colaborador de "Sálvame" sabía que iba a subir al lugar de donde le habían expulsado hacía tan sólo una semana, pero lo que no imaginaba era de qué manera.

Le impusieron un reto: vestirse de payasín, sin que nadie le reconociese y estampar dos tartas en los rostros de sendos concursantes que él eligiera. Si algún participante lograba 'destaparle', la recompensa para el que acertara sería una pista sobre algún secreto de sus compañeros. Finalmente se fue sin levantar sospechas, y con el merengue bien restregado en las caras de Lucía Pariente y Julen.

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