El hijo de Isabel Pantoja sigue en pie de guerra con su madre después de que ésta lo desheredara y lo privara de parte del capital legado por su padre, Paquirri.

Cada vez es más habitual ver a Kiko Rivera en los platós de televisión. Mientras en el pasado vendía sus declaraciones sobre su familia por dinero, en 2018 dio el paso para convertirse en personaje público cuando acudió a Gran Hermano DÚO junto a su mujer, Irene Rosales.

El reality lo convirtió en una figura pública por sí mismo y, aunque su trabajo en televisión no es constante, su mujer, Irene Rosales, supo ganarse a la audiencia y consiguió un sillón fijo en Viva la Vida, un programa que abandonó hace poco con el distanciamiento de su familia política.

La supuesta ruina de Kiko Rivera

Kiko Rivera IG

Después saber que su madre se había gastado parte del dinero que le correspondía y que decidiera desheredarlo, Kiko Rivera se sentó (previo pago) en numerosas ocasiones en platós de televisión.

Además de responder a las cuestiones que le planteaban los periodistas, el DJ aseguró estar arruinado y vivir de una paga de 700 euros.

De esta forma también envilecía la imagen de su madre y justificaba en antena el impago de todas sus deudas.

Kiko Rivera volvió a desaparecer de los medios de comunicación y volvieron a hablar de él cuando lo fotografiaron en un coche de lujo de 80.000 euros, un ejemplar que una tan necesitada no podría permitirse.

A raíz de estas informaciones llamaron a los diferentes programas, entre otros, el presidente de su comunidad de vecinos, a la que debe miles de euros alegando insolvencia.

La nueva aventura empresarial de Kiko Rivera

El hijo de Isabel Pantoja vuelve a demostrar que su situación no es tan crítica como alardea presentando su nueva marca de ropa, a la que bautizó de una manera muy peculiar: "Kantora is mine".

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"Ya llegó el día del estreno de mi nueva marca. Espero os guste y tenga una bonita aceptación para ir mejorándola y haciendo más cositas. Espero la disfrutéis tanto como yo creándola", escribió en una publicación de Instagram.

A través de su página web comercializa todo tipo de productos con su logo: desde fundas de móvil a tazas, camisetas en las que cada uno tiene la inscripción 'Kantora is mine', donde reclama su derecho de propiedad de Cantora.