Diana Tarín deslumbró con su potencial de voz a los "coachs" del concurso de talentos "La voz" de Telecinco. La concursante cubana residente en Vigo, de 33 años, cautivó el lunes al jurado -formado por Alejandro Sanz, Malú, Laura Pausini y Antonio Orozco- con su interpretación de "Cry me a river" de Diana Krall.

Tras la audición a ciegas, fueron Malú y Antonio Orozco quienes pulsaron el botón rojo. "Me has llegado hasta las entrañas y creo que todos hemos sentido lo mismo", dijo Ozrozco.

"Me has apasionado. Ese grosor de la voz, esa profundidad, ese grave, tu seguridad... todo. Me has vuelto loca y me encantaría que esa pedazo de voz estuviera en mi equipo", reconoció Malú.

Tras una reñida puja entre ambos mentores, llegó el momento de que la artista decidiese en cuál de los dos equipos quería quedarse. "Es complicado elegir. Una vez canté una canción de Malú y creo que me quedo con ella", sentenció la cantante y pianista cubana, que imparte clases de música en un conservatorio de Ponteareas.

"Mi padre me animó a que fuese cantante y empecé porque me gustaba mucho escuchar a las grandes boleristas cubanas", nos ha contado Diana poco después de convertirse en concursante de "La voz". Diana añadió que estaba deseando darles la buena noticia a sus compañeras de clase de canto y explicó que tiene dos tatuajes relacionados con la música. Su amuleto es una piedra que cogió de un río.

Poco antes de subirse al escenario de las "Audiciones a ciegas", el presentador del concurso, Jesús Vázquez, sorprendió a Diana con un vídeo que su familia le envió desde Cuba para apoyarla en el programa, lo que emoció mucho a la cantante y profesora de música, ya que hace más de tres años que no les ve.

Hija y nieta de músicos cubanos, con tan solo 17 años ya integraba la nómina de diferentes agrupaciones femeninas que viajaron a diferentes países, principalmente en Europa, como vocalista. Diana se graduó como pianista en Vigo y ha colaborado en diferentes grabaciones musicales, varias de ellas de ámbito internacional.